Abdulai es un pequeño de 20 meses de Guinea Bissau. Cuando su madre, Mae Turé de 20 años, lo llevó al Centro Nutricional de Mansoa el pasado 15 de noviembre, su bebé padecía desnutrición aguda grave. Solo una semana después de comenzar a tomar leche terapéutica y un alimento que incluye el cacahuete como ingrediente principal, su madre confesaba sonriendo que el pequeño ya se encontraba mucho mejor, con más ganas de comer y más fuerte.

Es una de las historias que ha dejado marcada a Elena Filella, técnica del programa contra la desnutrición infantil de Unicef España, en su reciente viaje al país. El alto contenido proteínico (75% proteína y grasas) y calórico del cacahuete obra gran parte del milagro en casos como el de Abdulai.

“La pasta de cacahuete es el principal componente del alimento terapeútico para tratar los casos más grave de desnutrición aguda”, explica Filella. Mezclado con azúcar, aceite, leche en polvo y complementos vitamínicos, minerales… se llama oficialmente “alimento terapéutico listo para usar” (RUST por sus siglas en inglés) y permite ver mejorías en cuestión de dos o tres días. No solo porque ganen peso con rapidez, sino también vitalidad.

Cada día 8.000 niños mueren en el mundo por desnutrición, entendida como una combinación de falta de alimentos y enfermedades infecciosas, según Unicef. Es la causa de la mitad de las muertes de niños menores de 5 años. Y es quepara un niño desnutrido se multiplican las posibilidades de que contraiga enfermedades como la malaria, la diarrea o la neumonía. Su cuerpo debilitado no tiene defensas para combatirlas.

Un salto cualitativo contra la desnutrición aguda

Pero con la particular crema de cacahuete aprobada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mejora se empieza a notar con rapidez y en cuestión de cuatro semanas, el pequeño puede estar recuperado. Para ello bastarán 3 sobres al día. “Con esa posología la recuperación es completa”, asegura Filella.

Otras ventajas del RUST es que no necesita refrigeración ni hay que mezclarla con agua, por lo que es ideal para atender casos de desnutrición aguda en países en vías de desarrollo. De esta forma, no existe riesgo de contaminación bacteriológica a través de la pasta. También se evita que las familias tengan que desplazarse y quedarse durante el tratamiento, como a veces sucede por las distancias que hay hasta el centro de salud más cercano.

El alimento terapéutico con base de cacahuete se administra en sobres. Unicef

“Ha supuesto un salto cualitativo en la lucha contra la desnutrición aguda, porque ofrece todos los nutrientes necesarios y además es fácil de conservar y administrar”, subraya Filella.

Unicef defiende que hay “muchas intervenciones de bajo coste y muy efectivas” para prevenir y tratar la desnutrición infantil: promover la lactancia materna, campañas de suministro de alimento suplementario y dar tratamiento contra la desnutrición aguda grave a base de alimento terapéutico listo para usar, el del cacahuete.

Ayuda a salvar a 2,3 millones de niños en un año

Antes se usaba una fórmula de leche terapéutica también aprobada por la OMS, como el actual alimento terapéutico, pero esta sí requería y requiere internamiento, como en el caso de Abdulai. Su madre tuvo que dejar a los dos hermanos mayores del pequeño al cuidado de familiares, mientras el benjamín de la familia recibía el tratamiento completo.

El alimento terapéutico a base de cacahuete se empezó a desarrollar en los años 90 y Unicef comenzó a emplearlo en 2000. Solo en 2014, ha tratado a 2,3 millones de niños con desnutrición severa en situaciones de emergencia (desastres naturales o conflictos armados o hambruna) repartiendo 30.440 toneladas métricas de esta particular crema de cacahuete por todo el mundo.

“Es un tratamiento médico, no es un alimento como tal. Debe cumplir con especificaciones técnicas”, apunta Filella. Mientras que en países como España, los pediatras recomiendan evitar dar frutos secos a los menores de dos años, este alimento terapéutico de cacahuete es apto para bebés a partir de los seis meses.

Pero el RUST es el último recurso, para los casos extremos. “Todas las intervenciones incluyen un componente fundamental de prevención y detección”, señala la técnica de Unicef. El programa de nutrición de esta organización de la ONU por la infancia incluye educación nutricional para padres y revisiones médicas. “Enseñamos qué alimentos tienen a su alcance apropiados (para la edad de los niños). El cacahuete (puede formar parte de su dieta) por su presencia en países africanos, donde hay bastante plantación y consumo”, apunta. Pero el tratamiento con RUST sólo se prescribe cuando los pequeños sufren ya un caso de desnutrición aguda.

17 millones de niños sufren desnutrición aguda grave en el mundo. La organización advierte de que la desnutrición infantil es una de las principales amenazas para su supervivencia, salud y crecimiento. Y el cacahuete es una de las mejores armas para combatirla.

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