Durante el año 2022, los españoles se gastaron casi mil euros en cañas, menús y desayunos, lo que supone un gasto semanal de 19 euros. Así lo confirman los datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE). Una evidencia de que a menudo optamos por desayunar, comer, merendar o cenar fuera de casa. Pero ¿cómo afecta esto a nuestra salud y nuestro peso?
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La realidad, es que programando y preparando las comidas a conciencia en casa tendremos un mayor control de lo que aportamos a nuestro organismo. Y, aunque normalmente nos preocupe mucho más hacer un buen desayuno para empezar el día, hay una comida a la que también deberías dedicar especial atención en el día a día: la cena.
Cuidando al máximo la cena, también estarás beneficiando un mejor descanso a la vez que mejorando tu salud y ayudando a tu cuerpo a conseguir un peso ideal y saludable. Pero existe un error muy común en España que podría estar perjudicando tu salud y esa pérdida de peso saludable en tus cenas. Te lo contamos.
El error más común en las cenas de España que deberías evitar
Llegar a casa con poco tiempo y mucha hambre es una situación que seguro te resultará familiar y que todas en algún momento hemos experimentado alguna vez, y la respuesta a esta coyuntura suele traducirse en una comida apresurada, desordenada y con escaso valor nutricional. Esto es lo que suele suceder con la mayoría de las cenas por semana en España.
Y es que, la improvisación en la elección de alimentos bajo estas condiciones de escaso tiempo y mucha hambre, nos puede llevar hacia opciones concentradas en energía, comprometiendo la calidad de lo que ingerimos. Por ello, controlar la cantidad y disfrutar de una comida tranquila y saludable puede parecer algo aún más difícil en esto casos.
Y es que, la comida improvisada no solo corre el riesgo de ser carente en nutrientes y energía, sino que también puede convertirse en una alimentación que resulte excesiva en calorías.
¿Cómo evitar la improvisación en las cenas?
Para evitar que la improvisación y las prisas por semana sean un problema o acaben perjudicando a tu organismo, lo más recomendable es que optes por una estrategia útil planificando con antelación las comidas y cenas, ya sea reflexionando por la mañana sobre lo que cenarás o incluso también organizando el menú la noche anterior o el fin de semana. Esta simple práctica, aunque estés apurada o hambrienta, reducirá las probabilidades de consumir alimentos en exceso y de baja calidad nutricional.
De esta manera, garantizarás no solo la conveniencia, sino también la calidad de las elecciones alimenticias que hagas, incluso en los momentos más estresantes y en los que tengas más antojos.
Beneficios para la salud de planificar mejor tus cenas
Una cena saludable puede tener importantes beneficios en tu bienestar emocional y mental. La clave radica en la variedad, la moderación y la elección de alimentos nutritivos para construir una dieta equilibrada.
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Estos son algunos de los beneficios que podrás obtener planificando mejor tus cenas:
- Control del peso: Optar por una cena saludable ayuda a mantener un peso adecuado. Al elegir alimentos ricos en nutrientes y moderados en calorías, se contribuye a mantener un equilibrio calórico adecuado, lo cual es esencial para el control del peso.
- Mejora del sueño: Una cena bien equilibrada puede favorecer un mejor sueño. Evitar comidas pesadas o ricas en grasas antes de acostarse puede prevenir malestares estomacales y promover un descanso más reparador.
- Nutrientes esenciales: Las cenas saludables pueden proporcionar los nutrientes esenciales que necesita tu organismo. Incluir una variedad de alimentos ricos en vitaminas y minerales, como frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros, contribuye a cubrir esas necesidades nutricionales.
- Control de hormonas: Algunos alimentos pueden tener un impacto en las hormonas, especialmente en mujeres que experimentan cambios hormonales a lo largo de sus vidas. Por ejemplo, incluir fuentes de ácidos grasos omega-3 puede ayudar a regular las hormonas y aliviar síntomas relacionados con el ciclo menstrual.
- Salud cardiovascular: Una cena saludable puede contribuir a la salud cardiovascular. Incluir grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva, aguacates y pescados grasos, puede tener efectos positivos en los niveles de colesterol y en la salud del corazón.
- Control del azúcar: Optar por carbohidratos complejos y fibra en la cena puede ayudar a mantener estables los niveles de azúcar. Esto es especialmente importante para las mujeres con resistencia a la insulina o diabetes.
- Bienestar mental: Una cena nutritiva puede influir en el bienestar mental. Alimentos ricos en triptófano, como el pavo o los lácteos, pueden contribuir a la producción de serotonina, mejorando el estado de ánimo y ayudando a combatir el estrés y la ansiedad.
- Salud ósea: Incluir alimentos ricos en calcio y vitamina D en la cena puede favorecer la salud ósea, crucial para las mujeres, especialmente durante la menopausia cuando hay un mayor riesgo de pérdida de densidad ósea.