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Ana Forcén, dietista: "Si estás acostumbrado a desayunar cereales, galletas o zumo no vas a perder peso"
Estos alimentos afectan los niveles de glucosa, lo que aumenta el deseo de consumir carbohidratos de baja calidad y azúcares añadidos.
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Que "el desayuno es la comida más importante del día" lo llevamos escuchando en España durante años. Siempre nos han dicho que era el momento del día para cargarnos de energía y, por eso, hemos comido durante años magdalenas, cereales azucarados y zumos de frutas. De alguna forma, la teoría tiene sentido, ya que como su propio nombre indica, la primera comida es el momento en el que rompemos el ayuno después de estar toda la noche sin comer.
Sin embargo, y a pesar de la fama del dulce entre los españoles, cada vez más nutricionistas alzan la voz para prevenir de los peligros para la salud de abusar de este tipo de productos, especialmente en el desayuno. Estos alimentos alteran los niveles de glucosa en el organismo y, como consecuencia, una mayor predisposición a los antojos durante el resto del día.
Así lo ha explicado la dietista Ana Forcén, quien ha expuesto que si lo que queremos es adelgazar, tenemos que prestar especial atención a los alimentos que escogemos a primera hora del día. La experta ha recomendado eliminar del desayuno los siguientes: los cereales azucarados, las galletas envasadas, el zumo de frutas envasado, el pan blanco y el embutido.
La recomendación de la dietista para el desayuno
En España, muchas personas comienzan el día con opciones que parecen inofensivas, pero que en realidad alteran los niveles de glucosa y, por ende, provocan una mayor predisposición a consumir carbohidratos de mala calidad y azúcares añadidos durante el resto del día. Esto no solo dificulta la pérdida de peso, sino que también genera antojos y ansiedad por la comida, lo que puede llevar a una alimentación desbalanceada y poco saludable.
Según explica la dietista Forcén, uno de los errores más comunes es el consumo de cereales azucarados. A pesar de su apariencia saludable y de las etiquetas que pueden sugerir beneficios nutricionales, la mayoría de estos productos están compuestos casi en su totalidad por azúcar y otros ingredientes poco recomendables, como aceites de baja calidad que pueden tener efectos inflamatorios en el organismo.
En lugar de consumir estos cereales, una alternativa mucho más saludable recomendada por la experta es optar por avena. Prepararla en forma de porridge con canela en polvo y semillas de chía no solo proporciona un desayuno saciante, sino que también es rico en fibra y nutrientes esenciales que favorecen la digestión y mantienen estables los niveles de azúcar en sangre.
Las galletas envasadas son otra trampa frecuente en el desayuno. A pesar de su conveniencia, suelen estar cargadas de azúcar, harinas refinadas y aceites poco saludables, lo que las convierte en una auténtica bomba inflamatoria para el cuerpo. Para quienes disfrutan de las galletas en el desayuno, una opción mucho más saludable es prepararlas en casa con ingredientes naturales.
Una receta sencilla y nutritiva consiste en mezclar avena, plátano y pasas deshidratadas, formar pequeñas bolitas y hornearlas. De esta manera, se evita el consumo de aditivos artificiales y se obtiene un desayuno rico en fibra y sin azúcares añadidos, explica Forcén.
En tercer lugar, el zumo de frutas envasado es otro alimento que muchas personas incluyen en su desayuno sin darse cuenta de sus efectos negativos. Aunque puede parecer una alternativa saludable, la realidad es que estos productos han perdido gran parte de la fibra natural de la fruta y suelen estar llenos de azúcares añadidos.
Si, por ejemplo, pensamos en el zumo de naranja, entendemos que la fruta por sí sola tiene un sinfín de beneficios —es una fuente excelente de vitamina C, un nutriente esencial para el sistema inmunológico y la piel, lo que a su vez, retrasa los principales síntomas de envejecimiento—; sin embargo, este beneficio no se mantiene cuando la fruta se convierte en zumo.
Al exprimir la naranja, se pierden varias propiedades clave que solo se encuentran en la pulpa y la piel de la fruta, y que son esenciales para que tu cuerpo aproveche al máximo sus beneficios. En lugar de optar por estos productos, Forcén recomienda consumir la fruta entera, ya que mantiene su fibra y permite una digestión más lenta y beneficiosa para el metabolismo.
En cuarto lugar, el pan. Este alimento, considerado un verdadero manjar en España, no es del todo saludable ni bueno para salud debido a la harina altamente procesada y los aditivos que se usan para su fabricación.
El pan blanco, por ejemplo, carece de fibra y genera picos de azúcar que favorecen el hambre poco tiempo después de comerlo. En su lugar, una alternativa mucho más recomendable es optar por pan integral, que contiene más fibra y aporta una mayor sensación de saciedad, ayudando así a controlar el apetito durante el día.
Por último, otro error frecuente que comenta Forcén es el consumo habitual de embutidos en el desayuno. Aunque pueden parecer una fuente rápida de proteínas, la mayoría de estos productos, especialmente los de supermercado, contienen un alto nivel de grasas saturadas, sodio y aditivos como potenciadores del sabor, que no contribuyen a una alimentación saludable.
En su lugar, es preferible optar por fuentes de proteínas más nutritivas y naturales, como una tortilla de huevo o un hummus de garbanzos, que no solo aportan proteínas de calidad, sino también otros nutrientes esenciales para el organismo.