Ansiedad, estrés, insomnio. Desde que empezó la cuarentena, muchos de los ciudadanos confinados en sus casas están experimentando alguna de estas sensaciones. El cambio de rutina, o la falta de ella, la angustia generada por la incertidumbre y el miedo a enfermar son algunos de los culpables de este tipo de emociones. Para combatirlos, muchos recomiendan el yoga, la meditación o el mindfulness, viejos conocidos de la lucha contra el estrés. Ahora, a estas disciplinas, se les junta una más: el sound healing, basada en sonidos y que promete ser una técnica de relajación eficaz.

Las propiedades relajantes de los sonidos son conocidas desde hace mucho tiempo. Todos tenemos esa música que nos tranquiliza, esa otra que no alegra el día, la que nos llena de energía o la que nos consuela en los días tristes. En la Antigua Grecia la música se utilizaba para tratar problemas psicológicos, para elevar la moral de las tropas militares e incluso aumentar la productividad de los trabajadores. 

El sound healing se basa en el concepto de la resonancia, la frecuencia vibratoria de los objetos. Esta técnica se basa en la teoría de que, al igual que lo que pasa a todos los elementos que forman el universo, nuestro cuerpo está en constante vibración. Cuando estas vibraciones no producen la resonancia adecuada, se vuelven disonantes, y pueden generar problemas.

Durante las sesiones de sound healing, se usan instrumentos como los gongs, cuencos tibetanos o campanas e incluso la voz para crear sonidos rítmicos mientras la persona se enfoca sólo solo en los ritmos que la rodean. La idea es que el cuerpo acompañe el sonido. Es decir, que se acelerer con ritmos más fuertes, se tranquilice con los más suaves y, por fin, se relaje.

El objetivo es ingresar a lo que los psicólogos llaman los estados de ondas cerebrales "delta" y "theta" las frecuencias más lentas, conocidas por ayudar a la relajación. Lyz Cooper, fundador de la Academia Británica de Terapia de Sonido, explica que durante una sesión de terapia de sonido, muchas personas experimentan "sensaciones como si estuviesen flotando, reducción de la ansiedad y de la tensión muscular, incluso perdiendo a noción del tiempo". Según Cooper, esto "permite que el sistema se reequilibre".

Un estudio de 2016 de la Universidad de California que explora los efectos del sound healing, concluyó que los sentimientos de tensión, ira, fatiga y depresión se redujeron significativamente en solo una sesión. El estudio señala también que los sonidos pueden paliar determinadas sensaciones de dolor: algunas personas que padecían algún tipo de dolor físico explicaron que experimentaron una reducción de la intensidad del dolor tras una sesión de sound healing, otros destacaron efectos calmantes sobre los dolores de cabeza.

Música contra el estrés

Un artículo publicado en Quartz señalaba que varios científicos de algunos Institutos Nacionales de Salud estadounidenses habían descubierto que los sujetos que escuchaban música clásica antes de un evento estresante se recuperaban del estrés más rápido que aquellos que simplemente se relajaban en silencio.

Un estudio de 2012, citado por el medio, dividió a 39 personas que cuidaban a familiares con demencia en dos grupos. Uno tenía la tarea de escuchar música relajante durante 12 minutos cada día durante ocho semanas. El otro usó la misma cantidad de tiempo para practicar kirtan kriya, una forma meditativa de yoga que implica cantar.

Al final del estudio, el grupo que escuchó música relajante se sintió bien, con un 31,2% destacando una mejora sustancial en los síntomas depresivos y un 19% con una puntuación más alta en una encuesta de salud mental. Pero el grupo de canto se sintió mejor, con un 65.2% reportando menos síntomas depresivos y un 52% reportando mejores puntuaciones de salud mental.

La muestra de estudio es pequeña, pero la autora principal, Helen Lavretsky, profesora de psiquiatría en la UCLA, señaló a Quartz que el sonido tiene efectos interesantes para tratar el estrés crónico y los problemas de memoria.

Otro de los principales defensores del sound healing fue el difunto Mitchell Gaynor, oncólogo y profesor asistente clínico en el Weill Cornell Medical College en Nueva York y director de oncología en el Centro de Medicina Integral de la misma universidad.

Gaynor recomendaba el sound healing como complemento a la medicina convencional, para paliar los efectos psicológicos de los tratamientos. Gaynor argumentaba que los pacientes relajados tenían menos hormonas de estrés, sistemas inmunes más fuertes y mejores herramientas para hacer frente a los efectos psicológicos y físicos de su enfermedad y tratamiento.

En tiempos de aislamiento social y confinamiento, saber reducir el estrés y la angustia es muy importante a la hora de sobrellevar la cuarentena. El sound healing se puede experimentar desde casa: una rápida búsqueda en Youtube descubre varios vídeos de sonidos adecuados a este tipo de terapia. Ya sea que uno disponga de solo 10 minutos para una meditación rápida o de 50 minutos para relajarse tranquilamente, existen varias opciones que se adaptan a la disponibilidad de cada uno.