La Emérita saluda a su llegada a la catedral.

La Emérita saluda a su llegada a la catedral.

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La reina Sofía, de luto riguroso y sin Juan Carlos I en el funeral por Víctor Manuel de Saboya: por qué sorprende su presencia

La madre de Felipe VI ha viajado hasta Italia para dar el último adiós al príncipe, que fallecía el pasado 3 de febrero en Ginebra.

10 febrero, 2024 16:05

La mañana del sábado 10 de febrero amanecía grisácea en Turín como si sus calles lloraran al hijo del último rey de Italia, que fallecía el pasado día 3 a los 86 años en Ginebra, donde residía. Su último adiós ha tenido lugar en la Catedral de San Juan Bautista, al que han acudido familiares y amigos. Entre ellos, la reina Sofía, que no ha dudado en viajar hasta la localidad italiana para rendir homenaje Víctor Manuel de Saboya.

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La madre de Felipe VI ha acudido al funeral sola, sin la compañía de su hermana, la princesa Irene de Grecia, que suele ir con ella a todas partes. Tampoco ha estado presente su marido, el rey Juan Carlos I, que permanece en Abu Dabi. Durante su juventud mantuvo una estrecha relación con el fallecido, dado que ambas familias vivieron su exilio en Portuga, aunque el paso de los años y un suceso ocurrido en 2004  dinamitó la relación

Aún así, la reina Sofía ha querido arropar a la familia en un momento muy triste. Vestida de luto riguroso, ha saludado a la prensa allí congregada a su entrada al templo. Otros royals que han estado presentes en el servicio religioso han sido Alberto de Mónaco, el príncipe Leka de Albania y Victoria Románovna, esposa del gran duque de Rusia.

La madre del Rey entra en el templo para el funeral.

La madre del Rey entra en el templo para el funeral. Gtres

La Emérita ha elegido un abrigo negro, falda midi plisada y unos elegantes kitten heels también negros. Discreta y siguiendo a rajatabla el protocolo de vestimenta de este tipo de ocasiones. Como joyas, unos pendientes de perlas y su habitual colección de anillos en cada mano. Una persona del equipo de seguridad la ayudaba a protegerse de la lluvia con un paraguas.

Una vez terminada la misa, los restos mortales de Víctor Manuel de Saboya han sido trasladados a la Basílica de Superga, cerca de Turín y con un significado muy especial. Fue Amadeo II de Saboya quien la mandó construir en el siglo XVIII en honor a la Virgen de Gracia. En ella descansan otros miembros de la familia.

Tras la muerte del príncipe, es su nieta, Vittoria de Saboya, quien le sucede al frente de la casa tras la renuncia de su madre, conocida como la princesa influencer, la que lleva las riendas de la casa después de la renuncia de su padre, Emanuele Filiberto, a sus derechos dinásticos el año pasado. 

La presencia de la reina Sofía en Turín ha resultado sorprendente por el encontronazo que tuvo el fallecido con el Emérito al que antes aludíamos. Fue en la boda de los entonces Príncipes de Asturias, Felipe y Letizia, durante una recepción con los asistentes royals. Víctor Manuel de Saboya inició una pelea a puñetazos con el duque Amadeo de Aosta, que es primo hermano de doña Sofía, y que también ha fallecido. Ambos se disputaban el liderazgo de la casa. Parece que el Emérito, enfadado, pronunció estas palabras: "Nunca más". Y lo ha cumplido.

No solo eso, el año pasado Victor Manuel de Saboya participaba en una docuserie titulada Il Príncipe, en la que no dudó en hablar de uno de los episodios más tristes de la vida de Juan Carlos I, el disparo que efectuó contra su hermano Alfonso y que acabó con su vida. También le tachó de ser "poco educado". Pese a todo, la Emérita ha acudido al funeral para rendirle homenaje.