Arancha Priede y Gloria Lomana

Arancha Priede y Gloria Lomana

Protagonistas

Arancha Priede, directora de negocio de IFEMA: "Ser ingeniera me ha enseñado a resolver problemas"

Charlamos con la mujer que mueve en IFEMA un negocio de 200 millones de facturación con 38.000 empresas y 3,4 millones de visitantes al año.

23 mayo, 2024 01:28

Pisar IFEMA Madrid es toda una experiencia, un mundo de metros y metros de pabellones y largos paseos para llegar de uno a otro. Por eso cualquier cifra que se maneje es de escalofrío. Pisando firme y sin vértigo una mujer, Arancha Priede, dirige el negocio con las ideas muy claras para ampliar el radar, hacerlo crecer cada año, mimando la calidad y digitalizando todo lo digitalizable.

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Para esta charla nos reunimos en una de las pasarelas del Pabellón 14, donde se ofrecen distintos escenarios para eventos y reuniones. Ahora mismo, el promedio de eventos es de 700 anuales, con ferias tan reconocidas como Fitur, ARCO o Mercedes Benz; congresos muy reconocidos como los médicos; exposiciones que vienen de otros países; ferias que la propia organización monta para llevar fuera de nuestro país; y grandes atracciones de ocio como el musical Malinche que estos días aún se puede ver, o el gran Circo Mundial. Radar 360º.

Arancha Priede, directora de negocio de IFEMA: "Ser ingeniera me ha enseñado a resolver problemas"

Esto es lo primero que me llamó la atención de esta mujer cuando la conocí en la entrega de unos premios. Es ingeniera de caminos y ahora dirige negocio. ¿En qué momento – pensé- dio el salto? ¿Cómo hizo la transición? Desde sus comienzos en la carrera de Caminos, Canales y Puertos a los primeros trabajos en la construcción en lo que hoy es Acciona, a pie de obra como tanto le entusiasmaba; a las operaciones en Clear Chanel para el desarrollo y el marketing de los clientes; a la industria y también las finanzas como directora general de empresas de diversos sectores en Urbaser.

Trabajos a los que llegó sin buscarlos. Arancha podría presumir de no haber tratado de conseguir trabajo nunca, sino de que siempre la hayan buscado a ella. Por prudencia lo calla, pero lo se dé buena tinta. Por eso me llama la atención su dinámica de cambios, sus no reparos a dar saltos de empresas, sectores y actividades.

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Me gustan sus respuestas: nunca ha tenido miedo a cambiar, porque tampoco teme a la equivocación, afirmación que en sí misma resume carácter. Fuera de cámara me confiesa otra de sus fórmulas de éxito: no tener miedo a perder la mochila con la que se ha construido, el pasado, la biografía, el currículum que acompaña a cualquier profesional.

Arancha es de mirar adelante y deshacerse de esa mochila para que nada le pese al saltar; su interés no está tanto en lo que ha hecho, sino en lo que está haciendo y lo que tiene pendiente por hacer. No es mal consejo.