Rocío García, ingeniera de Telecomunicaciones.

Rocío García, ingeniera de Telecomunicaciones.

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Rocío García, ingeniera del programa Galileo: "No hay razón para que en el sector no haya más mujeres"

Referente en el sector espacial en España, la ingeniera está al frente del equipo que desarrolla la tecnología espacial de vanguardia del ‘GPS europeo’.

9 octubre, 2022 01:51

Hace 25 años, Rocío García decidió estudiar Telecomunicaciones. Hoy, la ingeniera es responsable WIA-E Madrid y programa Galileo 2ª Generación de Thales Alenia Space (TASE) en España y está a cargo de la coordinación de los diferentes proyectos en los que nuestro país está involucrado. Al frente de un equipo de 75 personas, desarrolla diversa tecnología espacial, críticas para la próxima generación el sistema de navegación Galileo, el llamado ‘GPS europeo’.

Gracias a sus avances, destaca que “esta segunda generación será más robusta, fiable y cibersegura para los usuarios, con una mayor disponibilidad del servicio que la primera. Los satélites también serán más potentes y contarán con propulsión eléctrica”.

Representa el nuevo liderazgo y sus virtudes. Menciona constantemente a su equipo, al que recuerda en cada uno de sus logros. Algunos tan impresionantes como desarrollar el primer instrumento óptico en Thales Alenia Space en España en Tres Cantos o coordinar un grupo de jefes de proyecto en Thales Alenia Space en España en Bélgica. Está acostumbrada a dirigir y coordinar grupos de profesionales altamente cualificados, pero reconoce que “por tamaño, Galileo es el proyecto de más envergadura al que me he enfrentado”.

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En un sector muy masculinizado, recuerda que en sus comienzos las medidas de conciliación brillaban por su ausencia. “Los permisos por nacimiento se reconocían casi en exclusiva a las mujeres”, explica. Aunque ahora, resalta, “se ha avanzado mucho en este terreno”.

Pese a todo, las bajas cifras de participación de mujeres en la industria espacial hace que destaque algunos de los proyectos que más importante le parecen, destinados a fomentar el acercamiento de niñas y jóvenes a las carreras STEM (ciencias, tecnología, ingeniería o matemáticas) y, en concreto, a las relacionadas con el sector. Para conseguirlo, no ha dudado en ser mentora en el programa STEM Talent GIRL de la fundación ASTI y dirige la asociación Women In Aeroespacial Europe (WIA-E ) en Madrid.

Rocío García.

Rocío García.

“Para mí, el bajo porcentaje de mujeres en la industria espacial es un reflejo del menor número de mujeres que deciden seguir una carrera STEM”, apunta. 

Y señala que “en WIA-E trabajamos en dos ejes fundamentales: apoyando y visibilizando el talento de las profesionales que trabajan en el sector y promocionando las carreras STEM entre las jóvenes para incrementar el porcentaje de mujeres en las organizaciones, lo que debería reflejarse también en los consejos de dirección”.

En la Semana Mundial del Espacio, que se celebra del 4 al 10 de octubre, hablamos con Rocío García sobre los retos a los que se enfrenta el sector espacial, los necesarios avances en temas de diversidad y sobre su impresionante carrera: la de una mujer que se ha convertido en una de las referentes y pioneras en el sector espacial en España.

Hace 25 años estudiaste Telecomunicaciones. ¿Era muy diferente aquella universidad, aquellos tiempos?

Desde el punto de vista tecnológico, no sólo la universidad, sino toda la sociedad era muy diferente. Internet estaba comenzando y únicamente tenían acceso los departamentos de la universidad. Entonces trabajábamos con ordenadores que tenían menos memoria que cualquier teléfono móvil actual, usábamos mapas de papel en los viajes, o veíamos al ‘hombre del tiempo’ para enterarnos del clima del día siguiente. Guardo muy buen recuerdo.

De lo más valioso que nos enseñaron fue a buscar soluciones a los problemas, a encontrar la información necesaria para enfrentarnos a las nuevas tecnologías sin miedo, disfrutando del proceso. Fueron años muy divertidos en los que, además de estudiar, participé en eventos deportivos, colaboré en la delegación de alumnos e hice muchas amistades que aún hoy conservo.

Cuando terminaste la carrera, te marchaste a Perú a hacer voluntariado y acabaste dirigiendo una radio allí. ¿Cómo fue esa experiencia?

Fue un cambio muy importante en varios aspectos, aquella fue mi primera experiencia laboral. Estuve casi cuatro años que supusieron una experiencia muy enriquecedora y me brindaron la oportunidad de conocer a muchas personas admirables.

Vivir y trabajar en un país tan diferente requiere que te adaptes a nuevas formas de hacer las cosas, de comunicarte y de relacionarte, y que te abras a otras posibilidades y puntos de vista. Todo ello, sin duda, me ha acompañado y ayudado mucho a lo largo de mi carrera en la gestión de proyectos y en el liderazgo de equipos muy diversos.

¿Había mucho sexismo cuando comenzaste a trabajar ya como ingeniera?

La principal diferencia que recuerdo de mis primeros años en el mundo de la empresa era la falta de medidas de conciliación de la vida familiar y laboral que había.

Los permisos por nacimiento se reconocían casi en exclusiva a las mujeres y ello implicaba que se diera por hecho que éramos nosotras las que íbamos a dejar de trabajar y reducir nuestra jornada. Afortunadamente, hemos avanzado mucho en este terreno y hoy en día este tipo de planteamientos están cada vez más lejos de la realidad.

Estás al frente de un equipo de 75 personas que desarrolla varias tecnologías críticas para la próxima generación del sistema de navegación Galileo, el ‘GPS europeo’, en Thales Alenia Space en España. ¿Qué puede ser que desarrolléis que nos sorprenda un montón?

Una cosa que nos puede sorprender es que Galileo presta servicio a unos dos mil millones de usuarios y que la mayoría de los teléfonos móviles fabricados desde 2018 son capaces de recibir señales de los 26 satélites Galileo que ahora mismo están en funcionamiento.

Los nuevos satélites en los que estamos trabajando en Thales Alenia Space incorporarán mejoras en sus prestaciones, por ejemplo, permitirán determinar la posición de una manera mucho más precisa, aumentarán la seguridad en las comunicaciones y utilizarán sistemas de protección de la señal frente a posibles ataques indeseados.

Una novedad tecnológica que estamos desarrollando en España es la incorporación de enlaces de comunicación entre los satélites de la constelación directamente en el espacio, sin necesidad de pasar por estaciones terrenas, lo cual dotará al sistema de mayor robustez y autonomía.

“Niñas y niños empiezan a interiorizar estereotipos que les orientan de un modo u otro a elegir determinadas carreras”

¿Cuál es el mayor reto al que te has enfrentado en tu carrera y cuál es tu mayor logro, del que más orgullosa te sientes?

Es difícil elegir un solo proyecto, pues siento que han sido muy diferentes y cada vez más complejos. El gran reto ha sido conseguir adaptarme a lo que la situación requería: entregar muchos equipos en un corto periodo de tiempo, desarrollar el primer instrumento óptico en Thales Alenia Space en Tres Cantos o coordinar un grupo de jefes de proyecto en Thales Alenia Space en Bélgica.

Por tamaño, Galileo es el proyecto de más envergadura al que me he enfrentado, pero, como en el resto de las ocasiones, tengo la suerte de contar con un equipo de profesionales altamente cualificados y motivados con el que estoy segura de poder llevarlo a término con éxito.

Eres una de las mujeres referentes y pioneras en el sector espacial en España, ¿pesa mucho la responsabilidad?

Más que ser referente o pionera, lo que intento y en lo que sí estoy muy interesada es en lograr dar visibilidad a la industria espacial entre las jóvenes y en la sociedad en general, que es precisamente a lo que responde la creación del grupo local de Women in Aerospace Europe en Madrid.

Es una tarea que no realizo sola, sino con el empuje y energía de un grupo de casi 40 personas, en su mayoría mujeres, pero no exclusivamente, que estamos convencidas de la necesidad de aumentar las vocaciones STEM y de que las jóvenes se animen a estudiar y trabajar en el sector tecnológico y científico.

Según el último anuario de la industria espacial española de TEDAE, en el sector las mujeres suponen un 26,6% personas empleadas, una cifra algo superior a la media europea, de un 21,9% según ADS-Eurospace 2021. ¿Qué lectura podemos hacer de estas cifras, qué valoración haces tú?

Estas cifras ponen de manifiesto que queda mucho talento femenino por atraer al sector todavía, tanto en España como en el resto de Europa. Para mí, el bajo porcentaje de mujeres en la industria espacial es un reflejo del menor número de mujeres que deciden seguir una carrera STEM, que por otro lado son las más demandadas en este sector, aunque no las únicas.

Desde WIA-Europe hemos realizado un estudio sobre las posibles causas y en qué momento las chicas pierden el interés en este tipo de estudios y hemos observado que, desde temprana edad, las niñas y niños empiezan a interiorizar estereotipos que les orientan de un modo u otro a elegir determinadas carreras.

Con los juguetes, las lecturas, la imagen que proyectan los medios de comunicación, van asumiendo cuáles son sus referentes para el futuro. Por ello, para revertir esta situación es necesario trabajar desde edades muy tempranas y en todos los ámbitos, escolar, familiar y como sociedad.

“Las ciencias son fundamentales para mejorar la vida de las personas y defender el medio ambiente”

Además de esa cifra baja el techo de cristal es persistente: las posibilidades de promoción en el sector espacial de las mujeres son 3 o 4 veces menores que las de los hombres. ¿Cómo trabajáis desde WIA-Europe para promover la visibilidad y el liderazgo de las mujeres y luchar contra ese techo de cristal?

En WIA-E trabajamos en dos ejes fundamentales: apoyando y visibilizando el talento de las profesionales que trabajan en el sector y promocionando las carreras STEM entre las jóvenes para incrementar el porcentaje de mujeres en las organizaciones, lo que debería reflejarse también en los consejos de dirección. En el grupo local de Madrid tenemos iniciativas muy variadas.

Por una parte, damos visibilidad a las mujeres en el sector, organizando conferencias o mesas redondas sobre temas de actualidad. Por ejemplo, el pasado mes de abril organizamos un evento con seis candidatas españolas que se presentaron a la última convocatoria para reclutar astronautas de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Por otro lado, apoyamos el desarrollo profesional y personal de las asociadas a través de charlas de formación y de un programa de mentoring para recién tituladas o para aquellas que quieren reorientar su carrera profesional.

También estamos realizando numerosas actividades divulgativas en colegios, institutos y universidades, para dar a conocer, por ejemplo, de qué manera los satélites están presentes en nuestra vida diaria y qué carreras pueden estudiar si quieren trabajar en este sector.

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¿Crees que la falta de más vocaciones femeninas en carreras de ingenierías, matemáticas, etc., tiene que ver con mitos falsos?

Sí, una parte de la falta de vocaciones femeninas en carreras STEM se debe a los mitos arraigados en la sociedad como, por ejemplo, de que se trata de carreras muy difíciles, o que carecen de una conexión con las personas o de una dimensión más humana. Pero la realidad es que las ciencias y la tecnología son fundamentales para mejorar la vida de las personas y para la defensa del medio ambiente, por ejemplo.

Rocío García.

Rocío García.

¿Te preocupa la diversidad en tus equipos, cómo luchas para tenerla?

La diversidad me parece un aspecto imprescindible a la hora de que un equipo funcione bien, permite ampliar las perspectivas desde las que nos enfrentamos a un problema y los enfoques para resolverlos. Diversidad es también sinónimo de aumento de la creatividad, se contemplan más ideas y se obtienen mejores resultados.

Para conseguirla, trato de fomentar un espacio de comunicación y diálogo en los equipos, donde compartir el conocimiento, y sobre todo escuchar las distintas opiniones con una mente abierta, reconocer el esfuerzo, comunicar en positivo y aumentar la confianza.

Has sido mentora en el programa STEM Talent GIRL de la fundación ASTI y diriges la asociación Women In Aeroespacial Europe en Madrid, ¿qué dirías para convencer a las niñas de estudiar carreras STEM y por qué es fundamental que lo hagan?

Lo principal que les recomendaría es que busquen información acerca de la multitud de carreras y opciones que se ofrecen en este ámbito, además de las salidas laborales que tienen y que pregunten a sus profesoras, familiares u otros profesionales de estos sectores. Sobre todo, que no tengan miedo a equivocarse, a probar una carrera y cambiar si es necesario.

También me parece importante que sepan que pueden llegar a trabajar en un sector como el Espacial o en otro sector tecnológico tanto con una carrera universitaria como a través de un grado medio, superior o de un máster de especialización. En definitiva y desde mi sector concreto, les diría que el espacio es un lugar impresionante y muy bonito para desarrollarse profesionalmente, que necesita de más presencia femenina para enriquecerse más.

“Somos el cuarto país de la UE en la Industria Espacial. Participamos en misiones apasionantes como volver a la Luna o nuevas misiones a Marte”

¿Qué salidas profesionales hay en el sector aeroespacial especialmente interesantes para las mujeres?

En España tenemos multitud de salidas, pues somos el cuarto país de la Unión Europea dentro de la Industria Espacial y tenemos un gran número de empresas que van desde las más consolidadas hasta startups más recientes. Además, en la actualidad vivimos un momento de mucha actividad en el sector espacial en ámbitos como las telecomunicaciones, la observación de la Tierra y la navegación.

Junto al resto de la industria europea, participamos en misiones apasionantes como volver a la Luna y establecer allí una estación espacial, o el envío de nuevas misiones a Marte para aumentar el conocimiento de ese planeta e incluso traer muestras de su superficie.

También desde el espacio podemos contribuir a mejorar la vida en la Tierra, ayudando a romper la brecha digital al permitir el acceso a las comunicaciones e internet hasta en las zonas más remotas, o mejorando las predicciones meteorológicas.

Todos estos proyectos necesitan equipos multidisciplinares por lo que son necesarias todo tipo de profesionales: ingenieras aeroespaciales, ingenieras mecánicas, ingenieras de telecomunicaciones, físicas, matemáticas, informáticas, biólogas y también abogadas y empresarias, por mencionar algunos ejemplos.

¿Qué sientes al mirar hacia atrás y ver lo lejos que has llegado en un sector tan masculinizado?

Al mirar hacia atrás me doy cuenta de que no hay ningún motivo para que en este sector no haya más presencia de mujeres, salvo el del impacto que tienen los estereotipos y la falta de información sobre todo lo que puede ofrecer.

Por eso son tan necesarias iniciativas como la de Women in Aerospace Europe que contribuyen a poner en valor el papel de las mujeres en la ciencia, la tecnología y ofrecen referentes a las jóvenes para poder orientar su carrera profesional.

Por último, ¿soñabas con ser astronauta de niña?

Mi interés en la carrera de Telecomunicaciones empezó más bien con lo mucho que me gustaban las matemáticas, la física y resolver problemas. A raíz de ahí fue una profesora del colegio quien hizo que me planteara esa opción que finalmente elegí.