
La consejera delegada de PYMAR, fotografiada en su despacho en Madrid. Esteban Palazuelos
Almudena López del Pozo (PYMAR): "La clave para el acuerdo es entender que el otro también debe ganar"
La sociedad que integra los astilleros cumple 40 años. La contribución al consenso ha logrado que hoy España sea la segunda mayor potencia de Europa.
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Cuando comenzó su carrera, una compañera le regaló el libro de Konstantínos Kaváfis que contiene el poema Ítaca. Aquellos versos, que hablan de la importancia del camino por encima del destino final, adelantaron una enseñanza que, sin saberlo entonces, definiría su trayectoria profesional.
Porque trabajar en los astilleros no estaba entre sus planes, desde luego, pero en este tiempo ha sabido disfrutar de los desafíos y logros que han emanado del sector. Y esta visión es la que sigue, a día de hoy, acompañándola.
A lo largo de los años, Almudena López del Pozo ha sorteado numerosas dificultades y aprendido a tomar decisiones en entornos de alta incertidumbre.
Licenciada en Economía por la Universidad Complutense de Madrid y con un máster en Finanzas por Cunef, llegó a PYMAR —la sociedad que integra a todos los astilleros privados españoles— —en 2005 como directora financiera.
Pero su verdadero reto llegó en 2011, cuando asumió el cargo de consejera delegada en un momento crítico para la industria. Tenía 37 años. Por aquellos tiempos, la prensa hablaba de un sector herido de muerte y anunciaba reducciones drásticas de plantilla.
“Estábamos en una situación muy complicada, en la que pensábamos que en 48 horas podríamos no seguir ninguno”, recuerda. "Hoy, España presume de ser la segunda mayor potencia naval de Europa y de situarse en el top diez mundial".
De las instalaciones de los astilleros han nacido buques de investigación oceanográfica que navegan por el Ártico y la Antártida, y cuyos robots submarinos alcanzan los 6.000 metros de profundidad; también barcos capaces de transportar peces vivos y garantizar su bienestar; o ferris que aprovechan las nuevas técnicas para navegar propulsados por la fuerza del viento.
La apuesta por la sostenibilidad y la tecnología es lo que destaca al sector nacional frente a los barcos del resto del mundo. Y la labor de PYMAR es participar en estas construcciones emitiendo garantías, asesorando y buscando inversores.
Miles de toneladas sobre el mar, que hoy son marca España y detrás de los cuales hay varios nombres, entre ellos, el de Almudena López del Pozo, que nos recibe en su despacho del Paseo de la Castellana. Lo ha ordenado a conciencia para la entrevista, pero cualquier otro día de la semana, su mesa rebosa de papeles y carpetas.
¿Cómo dar la vuelta a un sector en plena crisis? El camino, aquel del que habla Ítaca, estaba cargado de obstáculos. La impulsaron para asumir el puesto cuando muchos otros pudieron sentir la tentación de rechazarlo, dadas las enormes posibilidades de fracaso: “Tuve la suerte de tener a personas que confiaron en mí y que pensaron que, a pesar de que tenía pocos años, podía sacar adelante la situación”.
“Te levantas con la intención de hacer lo mejor posible para que el trabajo impacte en positivo sobre todas las personas de la industria. Claro que siento vértigo, sería una imprudencia no tenerlo”
Desde entonces, convirtió esta prueba en una oportunidad, trabajando siempre con una única visión: integrar los intereses de todos bajo el convencimiento de que, juntos, se puede llegar más lejos. Y, en este camino, ha sabido rodearse —y aconseja así hacerlo a todos— de personas “sabias, generosas y de gran cualificación profesional": “Ese es el mejor tesoro para la profesión y para cualquier otra situación en la vida”.
No es sencillo poner de acuerdo a tantas partes. Trabajar en una industria que da empleo a 77.000 personas y que aporta más de 10.500 millones de euros a la economía de nuestro país requiere una visión global y talento para la gestión.

La consejera delegada de PYMAR, posando. Esteban Palazuelos
López del Pozo lo compara con la construcción de un barco: “Es un trabajo de síntesis donde se integran todos los componentes y los esfuerzos de todos los equipos”. Cada detalle cuenta y es fundamental la capacidad de tejer consensos y generar confianza. “Si hay algo de lo que podemos estar muy orgullosos en PYMAR es de haber trabajado con sentido común y con rigor, y de haber generado la confianza al sector”, explica la consejera delegada.
La evaluación del éxito del proyecto se mide también por la integración de sus partes, porque PYMAR no solo integra a los astilleros privados, también están representadas las administraciones, lo que convierte este caso en un ejemplo de lo bien que pueden funcionar las cosas cuando la colaboración público-privada es fluida.
¿Cómo es levantarse cada mañana pensando en tanta gente dedicada al sector?
Una no tiene la conciencia de que lo que hace repercuta sobre tantos. Pero te levantas con la intención de hacer lo mejor posible para que impacte en positivo sobre todas las personas que dependen de la industria.
¿Alguna vez ha sentido vértigo al pensarlo?
Todos los días, claro que sí. Y creo que sería una imprudencia no sentirlo todos los días. Lo que pasa es que intentas gestionarlo.
Lo más delicado en esta industria —y en tantos otros ámbitos—, es tejer consensos. Y, en eso, tiene larga experiencia. ¿Cómo se logra poner de acuerdo a tantas partes?
Con sentido común y con rigor. Y generando confianza entre todos. Hemos conseguido que tanto las empresas que son competencia entre sí, como las diferentes administraciones con sus intereses particulares, confíen en nosotros para que el sector naval pueda seguir avanzando.
Esta colaboración está funcionando y dando frutos objetivos y palpables. Y la clave para tejer estos consensos es la fiabilidad, lograr que todos los actores confíen en que nos vamos a dejar la piel para que las cosas salgan bien y para que todo el mundo esté cómodo, contento y pueda cumplir sus objetivos. Pese a todo, no sería suficiente sin la buena voluntad, el esfuerzo y el compromiso de los astilleros y las administraciones.
Para Almudena, lo primordial para una negociación no reside solo en alcanzar acuerdos, sino en garantizar que sean sostenibles en el tiempo. “La clave es tener siempre en mente que el otro también tiene que ganar. Por eso no hay que plantear posiciones maximalistas, sino tener cintura y flexibilidad”, sostiene quien está acostumbrada a lidiar con estas y otras situaciones hasta altas horas del día.
PYMAR cumple 40 años y lo celebra con un balance que pone el foco en las lecciones aprendidas. La crisis económica primero y la Covid-19 después han provocado que todos tengan ahora las herramientas para manejarse en situaciones de crisis y entornos de alta incertidumbre. "Es un sector con mucha resistencia y actitud para superar las dificultades. Nos enfrentamos ahora al futuro con esperanza y sabiendo que encontraremos muchas oportunidades”, relata López del Pozo, que enumera también los desafíos que tienen por delante.
Por un lado, se pide más espacio para poder construir barcos que den salida a todas las solicitudes de construcción que están llegando; por otro, se pone sobre la mesa la necesidad de atraer nuevo talento, desde el propio oficio hasta perfiles más digitales que permitan abordar los retos futuros.
Y, por supuesto, la importancia de visibilizar el atractivo de esta industria para atraer a más mujeres a un sector tradicionalmente masculino: “Hay que poner en valor lo apasionante que resulta y el orgullo que reporta por su posición en el mundo”, dice.

La consejera delegada de PYMAR, durante la entrevista. Esteban Palazuelos
Reconoce que, como en otros campos, “las mujeres han tenido que demostrar más” —que se lo digan a ella, cuando tomó las riendas de este sector en plena crisis—, aunque en su caso particular, pone el acento en la pasión que siente hacia su profesión.
Porque el hecho de que Almudena haya logrado no solo capitanear los astilleros, sino también ser consejera independiente de Renfe y del Grupo Erhardt, se debe a su demostrada capacidad y a su vocación por el trabajo. Tanta, que no asocia el sentido del descanso en el mes de agosto como la inmensa mayoría de la población.
Aunque durante años los viajes a Bruselas fueron una constante, su labor se concentra ahora en Madrid, desde donde gestiona las relaciones con inversores, administraciones y entidades financieras.
En su día a día, combina la toma de decisiones estratégicas con la dedicación a sus aficiones, como la música en directo —le apasiona desde el rock hasta la ópera—, el teatro y la literatura. Ahora mismo está leyendo La clase de griego, de la Premio Nobel Han Kang.
Además, es practicante del Ashtanga yoga, una modalidad a la que se han aficionado desde Gwyneth Paltrow a Madonna o Sting: “Tiene una parte de beneficio físico, pero también de beneficio mental, porque te centra y despeja la mente”, resalta.
La industria naval privada representa 77.000 trabajos en España y el 80% de la producción destinada a exportación
Entiende así el deporte como medio para canalizar la presión de una profesión que no encuentra límites en los desafíos, como el que está por llegar con Donald Trump y su obsesión por los aranceles. López del Pozo cree que es el momento de que la Unión Europea dé un paso al frente y actúe con una sola voz, “manteniendo los valores que nos han hecho crecer en conjunto”.
Eso sí, simplificando los procesos administrativos y burocráticos que lastran la competitividad del sector, como reclama junto a otras tantas industrias. “Europa se tiene que creer a sí misma”, sentencia.
Aunque siempre atribuirá los méritos a todas las partes que integran PYMAR, su reciente nombramiento como una de ‘Las Top 100 Mujeres Líderes’, consolida a López del Pozo como un referente del liderazgo en la alta dirección.
Un paso más hacia el reconocimiento de una profesional que admite no haber escatimado esfuerzos para defender los intereses de las empresas, la administración y la sociedad en su conjunto. Pide que el camino sea largo. Que muchas sean las mañanas de verano en que llegues —¡con qué placer y alegría!— a puertos nunca vistos antes […], reza ese poema de Ítaca.