Un baño con la ventana abierta.

Un baño con la ventana abierta.

Interiorismo

Jordi Martí, arquitecto técnico, sobre abrir la ventana después de la ducha: "Hay que ventilar, incluso si fuera llueve"

Por qué ventilar el baño tras la ducha es esencial incluso en invierno, según el arquitecto técnico Jordi Martí y diversos estudios sobre humedad y calidad del aire.

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Desde la ducha, el baño acumula vapor, aumento de la humedad y riesgo de condensación. "Aunque haga frío, abre la ventana" recomienda el arquitecto Jordi Martí, porque el aire frío contiene menos vapor de agua que el aire caliente y favorece la renovación.

Muchas guías de mantenimiento insisten: tras ducharse es fundamental ventilar de inmediato para evitar moho, bacterias y deterioro del baño. Además, la ventilación no solo mejora la estética y el confort, sino que también juega un papel clave en la salud: renovar el aire tras la ducha evita acumulación de humedad y mejora la calidad del ambiente interior.

Un baño con la ventana abierta.

Un baño con la ventana abierta.

Jordi Martí explica a Revista Interiores lo siguiente: "Cuando el aire entra, se calienta y descubrimos que quizá está a un 60% de humedad relativa", indica Martí. "O sea que ventilando estamos claramente reduciendo la humedad del ambiente, aunque esté lloviendo fuera".

Por ello, abrir la ventana durante unos minutos tras la ducha favorece la renovación del aire, elimina el exceso de vapor y previene daños estructurales, manchas, moho y problemas de salud derivados de ambientes húmedos.

Baño ventilado.

Baño ventilado.

En consecuencia, es necesario ventilar inmediatamente después de la ducha, no esperes a que pase el vapor, pues se adherirá a paredes, techos y mobiliario. Muchas guías aconsejan abrir la ventana "de par en par durante varios minutos" para facilitar la eliminación del vapor.

Igualmente, debes priorizar una ventilación corta pero eficaz: abrir la ventana durante 5-10 minutos puede ser más efectivo que dejarla entreabierta mucho tiempo, ya que permite un cambio de aire sin enfriar en exceso el baño. Esta es una práctica que explicitan los expertos en climatización.

Si el baño no tiene ventana, instala o utiliza un buen extractor, preferiblemente que siga funcionando unos minutos tras la ducha para asegurar la salida del aire húmedo.

Además, controla que la humedad interior se reduce lo antes posible: idealmente la humedad relativa debería bajar a niveles entre 50-70%. Las guías de ventilación lo recomiendan para evitar la proliferación de moho.

Adoptar esta rutina aporta tres beneficios esenciales. En primer lugar, evita que el vapor se acumule en revestimientos, techos y juntas, lo cual favorece la aparición de hongos, manchas y deterioro prematuro.

En segundo lugar, mejora la salud en tanto que la ventilación tras la ducha ayuda a mantener un ambiente interior saludable, reduciendo la acumulación de humedad y la proliferación de alérgenos o moho.

Igualmente, aunque entre aire frío al abrir la ventana, al cerrarla de nuevo se renueva el aire y se recupera la temperatura; el beneficio supera la ligera molestia del frío momentáneo. Jordi Martí lo propone como medida sencilla pero eficaz.

En definitiva, los consejos del arquitecto Jordi Martí son una buena práctica que ayuda a mantener el baño seco, saludable y en buen estado. Ventilar tras la ducha no es solo una cuestión de comodidad, sino una medida preventiva contra humedades, moho y deterioros.