Joan Manuel Serrat y una casa en Menorca.
Joan Manuel Serrat (81) y su mansión en Menorca: "Tengo una casa con una ventana donde se ve el mundo"
El artista tiene en Mahón un lugar de tranquilidad y estímulo donde puede combinar su intimidad con la hermosura del mar.
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Joan Manuel Serrat ha hallado en Mahón, la capital de Menorca, un lugar de tranquilidad y estímulo donde puede combinar su intimidad con la hermosura del mar. De acuerdo con varias publicaciones, su casa está ubicada "junto al mar Mediterráneo", posee una fachada vibrante que interactúa con el ambiente y con su conocida frase: "tengo una casa con una ventana desde la cual puedo ver el mundo".
Según Serrat, esa casa no es solo un sitio de vacaciones, sino también un lugar de inspiración para componer y respirar aire fresco. Algunas notas informativas la describen como “el rincón de la Tierra que más feliz le hace”, un lugar desde donde puede contemplar el horizonte y fusionar sus sensaciones, alejado del ruido de la ciudad.
Pese a que Serrat tiene propiedades en Madrid y Barcelona, su mansión en Menorca constituye el punto de equilibrio. Allí, rodeado de un paisaje sereno que invita a la contemplación y a la pausa, recibe amigos y pasa los veranos.
La residencia está situada cerca del litoral, con acceso visual al Mediterráneo. La fachada, pintada con tonos vivos y armoniosos, se integra con el ambiente costero y luminoso.
Las terrazas y ventanas de la casa son protagonistas: son los elementos que conectan el artista con la inmensidad del mar. Desde esos ventanales, Serrat ha dicho que "ve el mundo", como si la casa fuese un puente entre lo íntimo y lo universal.
Serrat y Sabina en la terraza de Serrat. RTVE
El entorno inmediato habla de serenidad: jardines, vegetación mediterránea y vistas que cambian con la luz del amanecer o el crepúsculo. No es casual que este emplazamiento le haya servido durante años como cobijo creativo.
El vínculo entre Serrat y Menorca tiene una dimensión simbólica que trasciende la arquitectura. En 2006, el cantante editó el disco Mô (nombre local de Maó), como homenaje musical a esa tierra que le ha acompañado en muchas etapas de su vida.
Serrat y Sabina en casa de Serrat. RTVE
Con la retirada progresiva de los escenarios, esa casa insular cobra aún más protagonismo: es un refugio del ruido mediático y un espacio donde meditar. Allí, probablemente, el cantautor recorre mentalmente las rutas de su trayecto artístico.
Hoy, a sus 81 años, Serrat demuestra que no necesita grandes cosas para sentirse pleno. Esa morada con una ventana al mundo es, más que una casa, una metáfora de su mirada artística: sencilla, reposada y expandida hacia los horizontes.
Serrat y Sabina en casa de Serrat. RTVE
Aunque no se ha desvelado el precio exacto de la propiedad, expertos inmobiliarios apuntan a que las casas en primera línea de mar en Menorca pueden superar fácilmente el millón de euros. Sin embargo, en el caso de Serrat, su mansión trasciende lo económico: se trata de un lugar cargado de recuerdos, vivencias familiares y momentos de creación artística.
El propio cantante ha reconocido en entrevistas que su casa le conecta con lo esencial: la naturaleza, el mar y la intimidad. Para él, representa la posibilidad de parar el tiempo y observar el mundo desde la calma, algo cada vez más difícil en un universo acelerado. Una declaración de principios que explica por qué considera Menorca su verdadero refugio.