Así es la casa más desconocida y espectacular de Blanca Romero.

Así es la casa más desconocida y espectacular de Blanca Romero.

Interiorismo

La casa más desconocida y espectacular de Blanca Romero (48) en Asturias: "Aquí respiro de verdad”

La actriz y modelo abre las puertas de su refugio asturiano en Villaviciosa, un hogar lleno de luz, espacios abiertos y decoración artesana.

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Blanca Romero (48) ha encontrado su santuario lejos del bullicio mediático en Villaviciosa, Asturias. Rodeada de naturaleza, su vivienda diáfana y luminosa refleja su personalidad boho-minimalista y su deseo de reconectar con lo esencial. El entorno es un lienzo vivo, y cada estancia transmite calma auténtica.

La vivienda, distribuida en dos plantas con cinco habitaciones, destaca por espacios abiertos y ventanales que integran el paisaje exterior, según resalta Idealista. Blanca ha apostado por tonos neutros, elementos artesanales y una atmósfera que invita a respirar, sentirse y vivir con pausa.

En una vivienda donde cada ventana es un cuadro, según señaló El Confidencial Digital, la actriz ha involucrado su alma en la decoración. Desde muebles restaurados hasta acentos boho, su hogar no solo es su refugio, sino también su fuente de inspiración y equilibrio vital.

El salón de Blanca Romero.

El salón de Blanca Romero.

El salón es el corazón de la casa. Con un sofá esquinero en gris de hasta diez plazas, la estancia principal es amplia y acogedora. Grandes ventanales conectan el interior con el jardín, creando un efecto de continuidad visual y calma que domina todo el espacio.

Las escaleras voladas en blanco destacan como elemento central que une ambas plantas. Su estética ligera respeta la línea visual minimalista de la casa, aportando dinamismo sin restar amplitud . Bajo ellas, incluso, Blanca ha colocado su bicicleta, demostrando atención al detalle y funcionalidad.

Blanca Romero en su casa.

Blanca Romero en su casa.

Los materiales artesanales toman protagonismo. Muebles restaurados o hechos a medida, como cómodas y mesas rústicas, dan identidad personal a cada rincón. Blanca defendió que “la armonía en el hogar es tan importante como la decoración”.

La estética minimalista boho se respira en toda la casa. Pasillos abiertos, espejos clásicos y toques dorados conviven con elementos de madera natural y tejidos orgánicos . Esta mezcla cuidada entre sencillez y calidez refleja su estilo y sensibilidad.

Blanca Romero.

Blanca Romero.

La luz natural es protagonista absoluta. Paredes y techos blancos potencian la iluminación, acentuada por suelos claros. El resultado es una vivienda diáfana que transmite paz, inspiración y la sensación de estar siempre al aire libre.

El hall de entrada es impactante. Con más de 30 m², este espacio central incluye una mesa redonda rústica decorada con flores, generando una bienvenida natural y elegante . Refuerza la sensación de abrir la puerta a un hogar con alma.

La integración interior-exterior es magistral. Cocinas, comedor y salón comunican directamente con el jardín gracias a grandes puertas correderas. Esto invita a vivir cada espacio sin límites, potenciando la conexión con la vegetación circundante.

La piscina y el jardín completan el refugio natural. Blanca ha ido reformando el entorno exterior: piscina, caminos y huerto, creando un entorno que promueve el bienestar, la creatividad y un profundo respiro vital.

Blanca comparte con honestidad su vida en Asturias. Tras etapas duras alejadas del foco, dice que aquí respiro de verdad. Ha recuperado la libertad, el silencio y la conexión con sus hijos, reflejando una vida equilibrada en cada rincón.

Esta casa es su declaración de intenciones. Más que una vivienda, es un refugio emocional donde la actriz respira, crea y existe desde la comodidad de lo auténtico. Un lugar que equilibra su faceta artística y familiar.

La casa clandestina de Blanca Romero es un claro ejemplo de serenar el alma a través del hogar. Con un estilo boho minimalista, conexión paisajística y una implicación artesanal, ha forjado un espacio donde “respirar de verdad” no es solo una frase, sino una forma de vida. En Asturias, encontró su hogar verdadero.