La casa de Rosalía y Rauw Alejandro.

La casa de Rosalía y Rauw Alejandro.

Interiorismo

“Una joya arquitectónica sin dueño”: así es la increíble casa que compartían Rosalía y Rauw Alejandro

La espectacular masía modernista de Manresa que Rauw Alejandro regaló a Rosalía continúa en el mercado inmobiliario sin comprador.

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La historia de amor entre Rosalía y Rauw Alejandro ya es pasado, pero uno de sus símbolos más emblemáticos sigue presente… y vacío. Se trata de la masía modernista que el cantante puertorriqueño regaló a la artista catalana en 2022, ubicada en Manresa (Barcelona).

La propiedad fue puesta a la venta tras la ruptura, en 2023, por un precio cercano a los 2,2 millones de euros. Sin embargo, a pesar de su valor arquitectónico, de su enorme terreno y de haber sido portada en medios de medio mundo, la casa no encuentra comprador.

Catalogada como Bien de Interés Local, esta joya construida en 1905 por el arquitecto Ignasi Oms i Ponsa reúne historia, estilo y exclusividad. Pero a día de hoy, se ha convertido en un símbolo silencioso: una joya sin dueño, sin amor y sin futuro claro.

La fachada de la casa de Rosalía.

La fachada de la casa de Rosalía. Idealista

La masía destaca por su diseño modernista y su pasado histórico. Originalmente fue un convento, y más tarde reconvertida en finca señorial. La rehabilitación respetó los suelos hidráulicos, las bóvedas catalanas, los ventanales de hierro forjado y el estilo propio del modernismo catalán.

Cuenta con más de 3.100 metros cuadrados de terreno y más de 1.000 construidos. La vivienda principal alberga más de diez habitaciones, varias salas de estar, baños revestidos con materiales nobles, cocina de época y una bodega subterránea. Todo, rodeado de vegetación, privacidad y silencio.

La casa de Rosalía por dentro.

La casa de Rosalía por dentro. Idealista

El exterior también está cuidado al detalle. Dispone de caballerizas, una capilla original, sala de juegos, porches con arcos y una gran piscina con zona chill out. El jardín, de estilo mediterráneo, se integra en el entorno con armonía y elegancia.

La masía fue un regalo de Rauw Alejandro a Rosalía cuando su relación vivía uno de sus mejores momentos. Según apuntaron medios como El País o Los40, el artista la adquirió con la idea de crear allí su hogar juntos. Pero el plan no se cumplió.

El salón de Rosalía.

El salón de Rosalía. Idealista

Tras su ruptura en verano de 2023, la vivienda se puso a la venta. Aunque despertó interés mediático, no ha logrado atraer a ningún comprador serio en estos dos años. El elevado precio, el tamaño y el coste de mantenimiento parecen estar disuadiendo a los interesados.

Además, al ser una finca protegida, no se puede reformar libremente. Cualquier modificación debe pasar por revisión patrimonial, lo que limita el perfil de comprador. La casa es perfecta para un proyecto cultural, turístico o como vivienda privada… pero no para cualquiera.

El salón de Rosalía.

El salón de Rosalía. Idealista

El hecho de que nadie haya querido comprarla en dos años ha hecho que se convierta en una especie de “fantasma del amor roto”. Su historia, su abandono y su vinculación con una de las parejas más mediáticas de la música latina alimentan la leyenda.

“Una joya sin dueño”, como la describen en redes sociales, es ahora más patrimonio emocional que propiedad inmobiliaria. Vacía, silenciosa y con el eco de un proyecto que no llegó a materializarse, la casa espera una segunda oportunidad.

Cocina americana de Rosalía.

Cocina americana de Rosalía. Idealista

El anuncio sigue activo en portales de lujo. La inmobiliaria especializada Luxline mantiene su ficha en internet, con fotografías espectaculares y una descripción que subraya su valor histórico y arquitectónico. Pero el cartel de “Se Vende” continúa sin moverse.

¿Qué pasará con la casa de Rosalía y Rauw Alejandro? Algunos expertos creen que debería rebajarse el precio para incentivar la compra. Otros opinan que su mejor destino sería convertirse en un centro artístico o fundación. Pero por el momento, sigue siendo una propiedad detenida en el tiempo.

El jacuzzi de Rosalía.

El jacuzzi de Rosalía. Idealista

La vivienda, aunque imponente, ha quedado vacía de emoción. Ni Rosalía ni Rauw Alejandro han vuelto a hablar de ella públicamente. Y mientras tanto, su historia sigue sumando capítulos en silencio, esperando que alguien vuelva a habitarla con vida… y sentido.

Rauw Alejandro compró la masía pensando en el futuro junto a Rosalía. Quería ofrecerle un espacio de raíces catalanas, alejado del ruido y con historia. La finca simbolizaba estabilidad, privacidad y una vida más pausada, en contraste con el ritmo de sus giras internacionales.

Habitación de la casa de Rosalía.

Habitación de la casa de Rosalía. Idealista

La elección de Manresa no fue casual. Rosalía siempre ha mostrado apego por su tierra natal, y esta zona del Bages ofrece entorno natural, buen clima y cercanía con Barcelona. La casa debía ser su retiro emocional y creativo.

No es fácil vender una propiedad tan particular. Aunque el precio de salida no es desorbitado para una finca de estas características, el mantenimiento, las restricciones legales y su gran tamaño hacen que solo encaje en un perfil de comprador muy específico.

Los expertos apuntan a un mercado muy limitado. Algunos ven potencial para proyectos culturales, de eventos, rodajes o incluso como hotel boutique. Pero las exigencias legales y su alta carga emocional podrían estar frenando ese tipo de inversiones.

Mientras tanto, la casa se mantiene intacta, como congelada en el tiempo. Los muebles, los acabados modernistas y los espacios diseñados para compartir en pareja siguen ahí, sin uso ni cambios aparentes. La masía es hoy un escenario detenido, esperando que alguien vuelva a llenarla de vida.