Un arquitecto alerta.

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Interiorismo

Edu Saz, arquitecto, alerta: "Estos pisos de segunda mano son una trampa por culpa de su distribución"

El arquitecto Edu Saz advierte sobre los principales errores en distribución que convierten una reforma en un dolor de cabeza y aconseja cómo evitar la trampa de elegir mal.

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El arquitecto Edu Saz (@edusaz) lanza una advertencia clara: cuidado al comprar pisos de segunda mano, su distribución puede ser una trampa. Por su experiencia, ciertos tipos de diseño encarecen las reformas o impiden una correcta adaptación. Su consejo va más allá del precio y la ubicación, según Arquitectura y Diseño.

Según Saz, hay tres configuraciones clave que no debes pasar por alto: acceso en esquina, muros de carga centrales y viviendas tipo “tubo”. Cada una genera pasillos largos, falta de luz o limitaciones estructurales. Estos elementos básicos afectan directamente a funcionalidad y bienestar.

Con más personas optando por reutilizar vivienda antigua ante la escasez de obra nueva, entender cómo fluye la luz, la ventilación y la circulación interior se vuelve esencial. No es sólo una cuestión estética, sino de habitabilidad y coste a largo plazo.

Entrar por una esquina obliga a instalar pasillos largos que conectan con el resto de la casa. Edu Saz asegura que esta distribución desperdicia espacio útil y dificulta la ventilación e iluminación, especialmente en estancias profundas.

Este tipo de estructura suele encontrarse en pisos pre‑modernos, donde el salón, cocina y comedor acaban al fondo, lejos de la entrada. El resultado: largos recorridos diarios y zonas mal iluminadas, con escasa sensación de amplitud o conexión.

Para contrarrestar esto, Saz recomienda reubicar la zona de día (salón/comedor/cocina) cerca del acceso. Así, se minimizan los corredores, mejora la luminosidad y se logra una distribución más lógica y acogedora.

Otro problema recurrente son los muros de carga centrados, presentes en muchas viviendas de cierta antigüedad. Estos elementos estructurales impiden unir habitaciones o ampliar zonas contiguas, limitando el diseño interior.

En pisos de tamaño reducido, estos muros dificultan incluso una distribución óptima, reduciendo sensiblemente la percepción de amplitud. El derribo es costoso —requiere permiso y refuerzos— y, a veces, imposible sin disparar el presupuesto.

Saz señala que, salvo en grandes reformas con gran inversión, es mejor evitarlos. Evaluar este factor antes de comprar puede ahorrar sorpresas y costes añadidos durante la obra.

Las llamadas viviendas tipo tubo se caracterizan por ser estrechas y profundas, con medianeras a ambos lados. El resultado suele ser la ausencia de luz en estancias interiores como el baño o la cocina.

Esta configuración genera pasillos excesivamente largos y estancias sin ventilación natural, un obstáculo para el confort. Además, dificulta la distribución moderna y diáfana, tan demandada hoy en día.

Saz explica que la falta de ventanas laterales provoca zonas frías y oscuras, y reformarlas para abrir huecos o agregar iluminación artificial encarece notablemente la obra.

El arquitecto recalca que la distribución óptima cuenta con la entrada en una posición central y la división clara entre zonas: social (día) y privada (noche). Así las estancias se organizan en “dos alas”: la diurna junto a la fachada y la nocturna hacia el interior.

Este esquema permite una mejor circulación, más luz y mayor flexibilidad. Facilita reformas futuras y mejora la calidad de vida, evitando pasillos eternos y falta de ventilación.

Antes de firmar una hipoteca, examina la distribución interna del piso. Pregunta sobre el acceso, muros de carga y orientación de habitaciones. Considera si reformarlo será viable y rentable.

Optar por viviendas con un diseño razonable no sólo mejora la funcionalidad, sino también el confort y la revalorización del inmueble. La distribución no puede dejarse al azar: es clave para una casa habitable y adaptada a ti.