Piscina en la terraza.

Piscina en la terraza.

Interiorismo

Pensaba que instalar una piscina desmontable en mi terraza sería buena idea: por qué finalmente desistí

El auge de las piscinas desmontables ha hecho que muchos sueñen con tener una en casa. Pero no todas las terrazas están preparadas.

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Con la llegada del calor, la idea parecía perfecta: una piscina desmontable en la terraza, refrescante, práctica y asequible. En principio, no parecía una obra complicada. Muchas tiendas ofrecen modelos económicos, fáciles de instalar y que prometen diversión al instante.

Además, el plan tenía sentido: trabajo híbrido, tardes libres en casa y ganas de aprovechar al máximo la terraza. Pero antes de lanzarme, decidí hacer lo que no siempre se hace: investigar. Y fue ahí cuando todo cambió.

Consulté a un arquitecto, hablé con el administrador de la finca y leí las condiciones del seguro de hogar. El resultado fue claro: por estética, seguridad y normativa, no era tan buena idea como parecía. Al final, desistí.

Lo que muchos desconocen es el peso que tiene una piscina llena de agua. Incluso una de 3.000 litros puede superar los 3.000 kg. Y las terrazas no están diseñadas para soportar ese tipo de cargas constantes en un solo punto.

El arquitecto que consulté fue tajante: “Una piscina desmontable puede comprometer la estructura si no se calcula la carga por metro cuadrado.” Así que antes de comprar nada, había que pedir un informe técnico. Y no, no es gratis.

Sin ese informe, cualquier daño derivado quedaría fuera del seguro del hogar. Además, si la terraza no tiene uso exclusivo (como en áticos compartidos), puede haber problemas legales o quejas de vecinos. Todo eso pesa más que el agua.

Otro punto a tener en cuenta son las humedades y filtraciones. Incluso con una lona o base impermeable, si la piscina pierde agua, puede dañar el suelo, las paredes y al vecino de abajo. Una fuga puede costarte miles de euros.

Además, muchos edificios no permiten modificar el uso de la terraza sin permiso de la comunidad. Tener una piscina puede interpretarse como un cambio de uso. Y si algún vecino denuncia, podrías enfrentarte a sanciones o tener que retirarla.

También está el riesgo personal: niños, mascotas, tropiezos… No es lo mismo tener una piscina en el jardín que en altura. La seguridad debe ser prioritaria, y muchos modelos desmontables no cumplen con las medidas que exige la ley para espacios elevados.

Tras este análisis, decidí que lo mejor era renovar la terraza de otro modo. En lugar de piscina, opté por una ducha solar portátil, un suelo de césped artificial y una buena sombrilla. El resultado ha sido igual de refrescante… y sin complicaciones.

También descubrí que existen minipiscinas o jacuzzis hinchables con menor capacidad, que pueden colocarse en terrazas amplias, siempre que el informe técnico lo apruebe. Algunas incluso se vacían después de cada uso, lo que reduce el peso total considerablemente.

Uno de los grandes olvidados cuando se instalan elementos en casa es el seguro del hogar. En muchos casos, no cubre daños provocados por elementos no declarados como una piscina desmontable, sobre todo si la estructura no cuenta con un estudio técnico previo. Una simple filtración o hundimiento podría quedar fuera de la cobertura, lo que se traduce en costes que nadie quiere asumir.

Además, si compartes edificio, puede haber cláusulas comunitarias que limiten el tipo de instalaciones en terrazas, balcones o azoteas. Saltarse estas normas puede acarrear problemas legales y requerimientos para desinstalar lo que ya hayas montado. En resumen: mejor preguntar antes que lamentar.

En definitiva, querer refrescarse no es lo mismo que improvisar. Una terraza puede ser un oasis sin necesidad de asumir riesgos estructurales, legales ni económicos.

Instalar una piscina desmontable en la terraza puede parecer una gran idea en verano, pero es más complejo de lo que parece. Antes de lanzarse, conviene consultar a un técnico, revisar la normativa y valorar otras opciones más seguras y sostenibles. Porque a veces, el mejor baño es el que no pone en peligro tu casa.