La mecánica Irati Etxandi.

La mecánica Irati Etxandi.

Estilo de vida

La mecánica Irati Etxandi (25), no se corta: "Este trabajo exige precisión y las mujeres somos mejores en eso"

La mecánica, Irati Etxandi, habla sin rodeos: "Algunos clientes no se fían de primeras y me preguntan por el mecánico y les digo que la mecánica soy yo".

Más información: Irati (25 años) no se corta sobre su experiencia siendo mecánica: "Si cojo el teléfono piensan que soy la secretaria"

Publicada

Irati Etxandi se ha convertido en una de las mecánicas más populares de TikTok y probablemente también de España. A sus 25 años, esta joven guipuzcoana acumula ya cinco años de experiencia en un taller familiar de San Sebastián, donde se encarga de todo tipo de reparaciones junto a su padre y a su hermano. Desde trabajos de mecánica a electromecánica.

Todo ello, lo hace en un sector donde la presencia femenina sigue siendo mínima. De hecho, según el último informe de Norauto, solo entre el 1% y el 2% de los mecánicos en España son mujeres. Unas cifras que ponen en valor el camino que está abriendo Irati, rompiendo estereotipos en uno de los oficios con mayor presencia masculina.

A pesar de que Irati Etxandi asegura que la mayoría de clientes se fían al 100% de su trabajo y su habilidad en la mecánica, lamentablemente, su experiencia en el taller también ha estado protagonizada por otros momentos en los que los prejuicios han salido a relucir. En una entrevista concedida a EITB, Irati recordaba que algunos clientes nuevos se muestran a veces reticentes a que ella haga el trabajo.

"Los clientes confían en mí pero cuando viene alguien nuevo, hay alguno que se sorprende. Me preguntan que a ver dónde está el mecánico y les digo que soy yo la mecánica", confiesa. La desconfianza se multiplica cuando llega el momento de meter la máquina de diagnosis.

"Alguna vez me ha pasado que cuando ven que lo vas a hacer tú, como que no quieren que lo hagas o no confían en lo que estás diciendo", explica.

Así es el día a día de Irati Etxandi, mecánica

Más allá del trato al cliente, Irati defiende que su papel en el taller no solo está a la altura, sino que en algunos aspectos ser mujer mecánica puede tener grandes ventajas: "Este en ocasiones es muy minucioso y se necesita mucha paciencia. Yo creo que sobre todo en trabajos de electromecánica, honestamente, incluso las mujeres lo hacemos mejor porque se necesita tener mucha precisión", asegura mientras realiza un cambio de componentes eléctricos.

Consciente de los desafíos, Irati no ha dejado que estos comentarios puntuales le frenen en su vocación. Desde su cuenta de TikTok, donde acumula miles de seguidores, comparte su día a día entre motores, herramientas y reparaciones, visibilizando esta profesión a los amantes de la mecánica y sirviendo a su vez de referente para otras mujeres que quieran seguir sus pasos.

La historia de Irati Etxandi

En una entrevista para El Español, Irati Etxandi relataba cómo nació su pasión por la mecánica: desde pequeña ha estado rodeada de coches, ya que su padre trabajaba en un taller. Sin embargo, su camino no fue directo ni evidente para la guipuzcoana. De hecho, comenzó estudiando Administración y Dirección de Empresas (ADE), atraída por sus salidas laborales, aunque pronto descubrió que ese no era su sitio.

Durante la pandemia, se volcó en una nueva afición: el maquillaje. Participó en varios concursos y empezó a compartir contenido en redes sociales. Aquella faceta la ilusionó tanto que se planteó mudarse a Madrid para formarse profesionalmente en ese sector.

Pero la realidad económica y la fuerte competencia la llevaron a tomar otro rumbo: incorporarse al taller familiar. Empezó encargándose de la atención al cliente y la gestión, pero fue cuestión de tiempo que la mecánica despertara su interés. Su padre y su hermano le enseñaron desde cero y poco a poco, Irati fue aprendiendo a manejar la máquina de diagnosis, hasta animarse a estudiar automoción por su cuenta, usando los mismos libros que su hermano.

Así fue como encontró su verdadera vocación y descubrió que había muchas tareas en el taller que ninguna otra mujer estaba mostrando en redes. Fue entonces cuando se lanzó a grabar sus primeros vídeos y a compartirlos en TikTok, plataforma con la que sigue rompiendo moldes en un sector que apenas cuenta con presencia femenina.