Foto montaje de Ester Barranco con la portada de su libro 'Eso que te pasa se llama ansiedad'
Soy psicóloga general sanitaria, sexóloga y terapeuta de pareja, y estoy especializada en trastornos de ansiedad. Acompaño a personas desde un enfoque integrador desde hace más de seis años y trabajo también en redes, divulgando contenido sobre salud mental y compartiendo recursos para vivir con más conciencia.
Eso que te pasa se llama ansiedad es mi primer título: un mapa afectivo para quienes necesitan entender lo que les pasa y aprender a gestionarla y a convivir con ella.
Hay libros que se escriben con la cabeza. Este lo hice con el pecho. Desde ahí donde la ansiedad aprieta, y a veces no deja respirar. A mí me ha acompañado durante este tiempo de escritura y durante parte de mi vida.
Antes pensaba que lo mío era una tara. Sentía mucho, pensaba demasiado y vivía en constante hiperactivación. No sabía que eso tenía un nombre y también un porqué.
Pero esta no fue solo una búsqueda personal, también profesional. Durante años, en consulta, muchos pacientes me repetían lo mismo: “No sé lo que me pasa, pero no estoy bien”. Escuché eso cientos de veces. Y lo respondí otras tantas veces.
Así nació este libro, desde el deseo de ayudar a concienciar sobre la ansiedad, a ponerle nombre, síntomas y gestión.
No siempre se presenta como en los manuales. A veces llega como cansancio crónico, como esa voz interna que nunca para o, incluso, como una necesidad obsesiva de controlarlo todo.
Este libro traduce eso en palabras. Ayuda a identificar qué sientes, cómo se manifiesta y te acompaña en el camino de la reflexión para poder llegar a entender desde cuándo convive contigo y para qué ha aparecido.
Tiene cuatro partes. En la primera, explico qué es la ansiedad. Porque hay muchos mitos sobre ella que solo generan miedo y entorpecen.
La segunda habla de los factores que la disparan: la autoexigencia, el miedo al juicio, la hiperresponsabilidad, el trauma o las heridas emocionales.
Explico por qué las mujeres, por razones biológicas y culturales, tenemos más riesgo de padecer trastornos de ansiedad. Y cómo el cuerpo a veces grita lo que la mente no sabe nombrar. Incluyo síntomas que no siempre se relacionan con la ansiedad como el bruxismo, colon irritable o migrañas.
La tercera parte es práctica. Recoge herramientas de regulación emocional, técnicas de respiración, escritura terapéutica, visualización y ejercicios de reestructuración cognitiva.
No prometo milagros, ofrezco acompañamiento. Este libro no cura, pero ayuda. Y a veces, eso es más que suficiente para empezar a hacerse cargo de la ansiedad.
Muchas lectoras y pacientes me escriben para decirme que subrayan todo el texto, que se sienten vistas. Y esa era la idea: que nadie se encontrara sola o rara con su ansiedad.
Hay una parte final, más íntima, una carta emocional a quienes están en ese punto en el que sienten que no pueden más.
Ahí les digo: “No estás rota. Estás sintiendo”. Escribí este libro pensando en mí yo de hace años, la que lloraba en silencio mientras se preguntaba qué había de malo en ella.
Pero también lo hice para todas esas personas que aún dudan de que lo que tienen se llama ansiedad y que se aprende a gestionar.
Porque no hay que esperar a tener un ataque de pánico para pedir ayuda. La ansiedad aparece de mil maneras y hay que aprender a escucharla para poder detectarla.
El libro propone una caja de herramientas emocional, con recursos que van desde lo más fisiológico hasta lo más simbólico. Desde respirar, hasta aprender a decir “no”.
Y también propone rituales, pequeños gestos que nos devuelven al presente. Como escribirte una nota, como darte permiso para descansar.
Me costó escribirlo, no por falta de ideas, sino por responsabilidad. Porque quería que quien lo leyera se sintiera entendida y no juzgada. Quería que fuera un libro diferente sobre la ansiedad, que reuniera la información técnica necesaria para entenderla, los recursos para identificarla y las preguntas adecuadas para reflexionar sobre el origen de su aparición.
Y porque, a veces, cuando una lo ha vivido en sus carnes como yo, quiere hacer llegar todo lo posible, todo lo que a mí un día me sirvió. Y eso es lo que espero que haga este libro, que ayude, libere, acompañe, abrace y sostenga.