No hace tanto que las fórmulas fijas para labios se instalaron como imprescindibles en las rutinas de maquillaje. Entonces, los productos que se apellidaban long lasting eran los más buscados y según qué colores de algunas marcas se encontraban siempre agotados. Ni que decir tiene que el momento de desmaquillarse y borrar cualquier rastro de estas propuestas de la cara era toda una proeza.
Sin embargo, y casi sin hacer ruido, los pintalabios de acabado jugoso y los glosses han llegado para reinar como las apuestas beauty del momento, pero, ¿a qué se debe este giro de guion?
Como de costumbre, cuando se da un cambio tan notable, no se debe solo a una razón, sino a una confluencia de factores que empujan para lograr el objetivo, además de la presencia de ciertos referentes que comienzan a abogar por la tendencia cuando esta todavía no puede llamarse así por definición de la misma.
- En primer lugar, estos productos aportan un acabado brillante y jugoso que captura y refleja la luz, dándole a los labios un aspecto más hidratado, fresco y con volumen.
Estos últimos conceptos son esenciales, ya que recuerdan al efecto que provoca el uso de ácido hialurónico, una de las intervenciones estéticas más demandas de los últimos tiempos. - Por otra parte, una de las razones por las que este tipo de formulaciones quedaron hace unos años relegadas a un segundo plano, o directamente olvidadas, fue porque resultaban extremadamente pegajosas.
Ahora eso también ha cambiado, ofreciendo alternativas más cómodas y ligeras de llevar que contienen aceites, colágeno y péptidos. Además, se ha conseguido que sean más duraderas, en especial si se combina con el uso de un delineador sutil que se funda e integre a la perfección. - Las propuestas mates, a menos que se trabaje de forma potente la técnica del overlip, de entrada, tiende a provocar un efecto visual de unos labios más finos.
- Igualmente, el peso de la nostalgia y la añoranza también tiene su parte de culpa en este regreso beauty. La generación Z adora todo aquello que remita a los 90 y a los 2000, cuando el gloss se encontraba en su punto álgido. La búsqueda de acabados más naturales a nivel estético también le hace un favor al producto.
- Por último, es el mejor aliado para conseguir los blurred lips, una de las tendencias preferidas por referentes del sector como Hailey Bieber, que sienta cátedra desde su cuenta de Instagram, así como con su firma Rhode.
Por supuesto, las grandes firmas han sido las primeras en apostar por este tipo de acabados para los productos de labios.
- Dolce & Gabbana, que lanzó My Juicy Sheer, una propuesta hidratante con ácido hialurónico y aceite de oliva. Se pudo ver en su colección de Alta Costura de primavera-verano 2025.
En este caso, destacaron los tonos melocotón y rosa de aspecto translúcido, que fueron de la mano de otras tendencias de belleza como la piel radiante y las cejas peinadas de forma natural. - Givenchy optó por su Rose Perfecto Shine, que contiene además vitamina C y que emula en los labios un efecto mojado o húmedo. Se vio en especial en su desfile Ready-To-Wear primavera-verano 2025.
- Chanel hizo lo propio en su presentación de Crucero 2025, con un renovado Rouge Coco Flash, con una serie de tonalidades inspiradas en la golden hour, en la línea también de la tendencia sunset blush. En este caso, la clave de los looks de belleza fue aplicar el gloss en la zona central del labio para aumentar la sensación de volumen de los mismos.
- Saint Laurent empleó en su colección primavera-verano 2025 el Loveshine, una propuesta para recrear una boca de cristal, con pigmentos intensos pero no opacos.
Como conclusión, hay que comentar que el auge de este tipo de productos forma parte de un cambio total del concepto de belleza actual, que busca un aspecto más jovial, fresco, sensual y saludable, y no algo tan pulido, o no de forma tan consciente.
