María Amparo Valcarce García, secretaria de Estado de Defensa y Elena Salgado, presidenta del Consejo Estratégico del Proyecto ‘Mujer e Ingeniería’.

María Amparo Valcarce García, secretaria de Estado de Defensa y Elena Salgado, presidenta del Consejo Estratégico del Proyecto ‘Mujer e Ingeniería’. Ministerio de Defensa

Actualidad

"Hay que captar el talento femenino hacia las STEM": Valcarce, secretaria de Estado de Defensa

Con 15.948 mujeres militares en las fuerzas armadas, hay una gran necesidad de atraer talento femenino a filas, sobre todo, en el sector de la ingeniería y las STEAM. 

8 julio, 2022 02:27

La Real Academia de Ingeniería (Raing) y la Secretaría de Estado de Defensa, en colaboración con la empresa Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España (Isdefe), se han unido para impulsar el proyecto ‘Mujer, Ingeniería y Defensa’, que se ha presentado hoy en la sede del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden).

En el acto, ha participado la secretaria de Estado de Defensa, María Amparo Valcarce García. Asimismo, también han estado presentes el teniente general Francisco de Paula Bisbal, director del Ceseden; Francisco Quereda Rubio, consejero delegado de Isdefe, y Antonio Colino Martínez, presidente de la Real Academia de Ingeniería.

Con este proyecto se trata de, por un lado, reconocer la aportación de las mujeres ingenieras al sector de la Defensa, pero, por otro, también que pueda servir de canal para atraer a jóvenes ingenieras que se incorporen al mundo laboral a este sector tan estratégico para nuestro país. Es decir, buscar nuevas vocaciones STEAM (Science, Technology, Engineering, Arts and Mathematics) y romper la brecha de género existente en el sector de la ingeniería, y, de forma más específica y concreta, en el área de mujeres ingenieras involucradas en el sector de la Defensa.

[Por qué importa la mujer en Defensa: "El liderazgo feminista está preparado para evitar los conflictos"]

Para Antonio Colino, presidente de la Raing, “las Fuerzas Armadas son instituciones cuyo desempeño se potencia con la Ingeniería y la Tecnología. Ofrecen un compromiso y orientación al servicio a nuestra sociedad muy necesario en los tiempos actuales y, para ello, la ingeniería sirve como catalizador. Esto debe de motivar a las mujeres profesionales de los Ejércitos a continuar con su labor y, también, a inspirar a las nuevas generaciones fomentando nuevas vocaciones en ingeniería dedicada al sector Defensa”.

María Amparo Valcarce García, secretaria de Estado de Defensa del Ministerio ha asegurado que “estamos en un momento trascendental para la defensa nacional. Primero con la Covid, después con la Guerra en Ucrania. La Cumbre de la OTAN que ha tenido lugar recientemente en Madrid ha marcado el futuro de seguridad y de defensa para España y el mundo. Y el Ministerio de Defensa reacciona con un plan de choque contando con la preparación de las fuerzas armadas y el material de defensa. Con un impacto enorme en la actividad económica y en la creación de empleo cualificado".

La secretaria de Estado de Defensa en un momento del discurso.

La secretaria de Estado de Defensa en un momento del discurso.

Y añade que: "Necesitamos más ingenieros e ingenieras. Este es un momento importante para captar talento y vocación hacia la ingeniería como nicho de profesión. Para 2030, el objetivo es aumentar hasta el 2% del PIB en Defensa como uno de los acuerdos ya marcados en la Cumbre de Gales de 2014. Esto supone un empuje importante como ya ha avanzando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, así como las inversiones que se impulsarán en ciberseguridad".

"Somos activos en muchos frentes, especialmente en la búsqueda de la excelencia en la enseñanza y la plena integración e igualdad en el Ministerio de Defensa. Contamos con 15.948 mujeres militares en las Fuerzas Armadas, lo que significa una representación del 13%, situándonos a la cabeza de los países de la OTAN. Y eso que España incorporó a la mujer sólo hace 30 años, siendo las 26 primeras en el año 1.988. Todos ellos datos muy positivos, pero con muchos retos todavía que superar".

La secretaria de Estado aludió a la necesidad de más ingenieros e ingenieras, primordial emplear todo el talento existente. "La solución pasa por potenciar el interés de las niñas y las jóvenes por los sistemas para la defensa, promover las vocaciones en edades tempranas para atraer el talento de las alumnas a los empleos conocidos y a los que aún no conocemos, pero vinculados, seguro a las tecnologías", concluyó.

Tras las intervenciones iniciales se proyectó un vídeo promocional presentado por la ingeniera industrial y exvicepresidenta del Gobierno Elena Salgado, actual presidenta del Consejo Estratégico del Proyecto ‘Mujer e Ingeniería’ de la Real Academia de Ingeniería.

“Han pasado muchos años desde que en el 1988, Patricia Ortega se convirtiera en la primera mujer que se integró en las Fuerzas Armadas. Han pasado muchos años desde aquellos en los que éramos vistas con sorpresa y causábamos cierta 'irritación' a alguno de nuestros compañeros varones", aseguraba Salgado.

[Patricia Ortega, la mujer que derriba muros en el Ejército: entre el ascenso a general y la conciliación]

"Ahora estamos desperdiciando mucho talento. La integración de las mujeres en Defensa -continúa- aporta diversidad y enriquece el trabajo conjunto. Cuanto más diverso es un grupo de trabajo más se enriquece el producto final. En el ámbito de la Tecnología es mucho más y es preciso añadir las competencias soft que las mujeres poseemos, al menos en el mismo grado que los hombres".

Destacó el cambio climático y los retos a los que nos enfrentamos: "Los ciudadanos españoles hemos sido testigos de la cumbre de la OTAN, en la que se ha mencionado el cambio climático como uno de los riesgos a los que nos enfrentamos. Ya no se trata tan sólo de las ejemplares misiones de paz, se trata también de garantizar la paz en Europa y en el mundo. La Defensa es tecnología".

Así como también hizo alusión a los logros de la mujer en la ciencia: "Como presidenta del Consejo durante estos 18 meses, me atrevo a anticipar algunas de las razones por las que hay menos mujeres en este sector. Por un lado, el desconocimiento de la vertiente social y humana de la tecnología. Ejemplos como las recientes vacunas o los respiradores o incluso los aparatos de rayos X que llevan la huella de una insigne mujer de Ciencia…".

Y continuó: "Es preciso destacar el bienestar y la sostenibilidad de la tecnología. Así como dar visibilidad a las mujeres, señalar el desarrollo que hay detrás, y mejorar las enseñanzas de las materias técnicas. El futuro será tecnología porque ya es el presente y depende de nosotros que sea más humano, más eficaz y más útil para garantizar la paz y la seguridad. Pongo a vuestra disposición mi colaboración personal que ya desde ahora tenéis. Siempre digo que en el año 87 se me otorgó la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco y es una de las cosas de las que me siento más orgullosa”, concluyó.

La mesa redonda moderada por Patricia Ortega García,  secretaria General en INTA.

La mesa redonda moderada por Patricia Ortega García, secretaria General en INTA.

Primera mujer General 

Uno de los puntos fuertes de la presentación del proyecto ha sido la mesa redonda que abordó la “Iniciativa mujer, Ingeniería y Defensa”, moderada por la primera mujer en alcanzar el rango de General de División, Patricia Ortega García, quien actualmente trabaja como secretaria general en el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).

En la mesa han intervenido Carmen Canda Moreno, directora de Administración y Recursos Humanos de ISDEFE; Sara Gómez Martín, directora ejecutiva del proyecto “Mujer e Ingeniería” que impulsa la Real Academia de Ingeniería, y Beatriz Miguel Hernández, la primera mujer rectora de una universidad politécnica, en concreto, la Universidad Politécnica de Cartagena.

Para Sara Gómez Martín, “la consecuencia de no contar con las profesionales en Ingeniería y en Defensa es que nos privamos de falta de talento y estamos perdiendo el tren de la 'quinta revolución industrial'. Los niños y niñas que ahora están en nuestras escuelas no saben hoy en qué trabajarán, pero si es seguro que sus empleos estarán vinculados con carreras STEM”, aseguró.

Y añadió que: “El desarrollo de los países se mide por el número de ingenieros con los que cuenta. Es la palanca de desarrollo de los países y del bienestar social. De los 17 ODS, 15 son tecnológicos. Tenemos que ser capaces de convencer a nuestras niñas de que el futuro está aquí”.

La directora ejecutiva puso sobre la mesa que la dificultad en las carreras es más ruido que nueces.

"Es uno de estos mantras que circulan y hacen abandonar a las niñas su interés. Pero más bien es el desconocimiento por los estereotipos y no tener prestigio suficiente. Los métodos de enseñanza han cambiado mucho, pero se necesita un gran pacto por la educación y estamos cambiando los planes cada dos minutos. Y otro de los problemas es la necesidad de formar a los formadores. El 24% de las mujeres que estudian ingeniería se decantan por la “biocosa”, por la bioingeniería. El sistema educativo es la clave. Pero este es un proyecto a medio/largo plazo y ya comenzamos a tener resultados desde hace seis años", afirmaba.

Efecto tijera

A la cuestión del efecto tijera, es decir, que los hombres con menos cualificaciones y expendientes menos brillantes ocupen la cumbre en las empresas, Sara Gómez argumentaba que "esto tiene que ver con la maternidad y la conciliación, pero no es lo único".

"Nosotras tenemos que ser y estar perfectas. Tomamos a lo largo de la vida más decisiones que los hombres, con más encrucijadas, por eso nuestra carrera no es tan nítida y tenemos más zozobras y más inseguridades. En general somos más timoratas. Además, los fracasos los gestionamos peor. Tampoco sabemos negociar bien nuestros salarios. Por otro lado, también hay que saber diseñar la vida personal y tener claro quién es tu compañero de viaje porque tenemos que aprender a saber gestionar sin renunciar a nada", concluyó.

Beatriz Miguel Hernández aseguró que "la Universidad Politécnica de Cartagena  adscrita al Ejército del Aire forma a los alumnos en doble grado. Actualmente, tenemos un 25% de mujeres que cursan la carrera militar. Una forma de integrar el mundo civil y militar y ya lo estamos notando en la profesionalización de nuestras fuerzas armadas".

En cuanto al sistema educativo, "con el cambio a Bolonia cometimos un error. Bolonia permitió a las Universidades que diseñaran sus grados y titulaciones, y yo opino que están muy dispersos y es difícil hacer una elección. Por otro lado, la importancia social de la ingeniería se ha desdibujado. Hay que hacer especial énfasis en la formación de los jóvenes y en la imagen social que se da desde las empresas y las ingenierías. La imagen que se transmite de un médico dista de la imagen de un científico o un tecnólogo", concluye.

El cuidado de la familia

“Hasta el siglo XVIII la medicina era masculina. La mujer vio que era un modo de vida y se ha dado la vuelta a la tortilla. Las mujeres estamos reproduciendo el mismo papel social en el ámbito profesional: el cuidado y la educación de la familia. De ahí que las mujeres se decanten por la medicina y por Magisterio. Lo cierto es que los ingenieros diseñarán la sociedad del futuro y las mujeres tenemos que estar ahí. Es una gran oportunidad para desarrollar la vida que uno desea”, concluyó Beatriz Miguel.

Finalmente, Carmen Canda Moreno aseguró que la palabra ingeniería está devaluada y ha perdido prestigio: “A juzgar por los datos, así parece a pesar de los esfuerzos realizados y las iniciativas. Hay mucha demanda pero poca popularidad. Las niñas tienen miedo al fracaso y se decantan por carreras de cuidados y de salud. Es preciso educar desde las edades tempranas, y transmtir que puede ser divertido, que no es un trabajo aislado, en empresas multidisciplinares, con impacto en el bienestar social, y hay que vencer estos estereotipos, que puede ser enriquecedor”, sentenció.