Aunque las urnas obliguen a Donald Trump a hacer las maletas y abandonar la casa Blanca, la bestseller Isabel Allende contempla los resultados de las elecciones de Estados Unidos, donde reside, con una sensación descorazonadora. No parece creerse el apoyo que ha brindado parte de la comunidad latinoamericana al actual presidente —"me irrita enormemente, estoy muy decepcionada", reconoce—, ni que prácticamente la mitad de los votantes hayan apoyado al candidato republicano.

"Este país opta por el neoautoritarismo antes que la democracia y también por la exclusión en vez de la inclusión", lamenta la escritora, la autora en español más leída del mundo con 74 millones de libros vendidos. "Veo la situación política transpirando, con una angustia tremenda y he pasado estos días entre whisky, marihuana, pastillas para dormir y valium. Es un estrés tremendo y se ha notado cómo es EEUU verdaderamente: ¡68 millones de personas votaron por Trump a pesar del desastre de los últimos años, mujeres y latinos incluidos!".

Frustrada, incrédula, desilusionada... pero no frenan a Isabel Allende las circunstancias del entorno para que sus palabras sigan abanderando esperanza y construyan un discurso reivindicativo, igualitario, feminista, como su último libro, Mujeres del alma mía (Plaza&Janés), un viaje personal que ahonda en su relación con el feminismo a lo largo de su vida y que ha presentado este jueves a través de una rueda de prensa virtual coincidiendo con su publicación simultánea en España y Latinoamérica.

Isabel Allende. Lori Barra

La primera escritora hispanoamericana premiada con la medalla de honor del National Book Award y autora de memorables novelas como La casa de los espíritus, abandona ahora la ficción para contar en un libro que desborda pasión su vinculación con el movimiento feminista. Una obra en la que incide en la necesidad de seguir prendiendo antorchas para alcanzar una sociedad más igualitaria.

"El feminismo es la revolución más importante de la historia. Es una revolución de valores, una postura hacia la vida que va mucho más allá del género y que implica a la mitad de la humanidad", ha destacado Allende. "El feminismo es un movimiento alegre, no hay que planteárselo como una cosa medio soviética. Es entusiasmo, camaradería, solidaridad; y necesita mucho ruido. A las jóvenes que están hoy en la calle les diría que no se achiquen, que todavía hay mucho que hacer".

La novelista ha añadido que el patriarcado es "un sistema imperante de opresión política, económica, social y religiosa que le da privilegio al hombre", excluyendo no solo a la mujer, sino también a otros colectivos que no están en el poder. Además, ha desvelado que cuando comenzó a sumergirse en los círculos feministas, esta palabra estaba considerada como "grosera": "Que te llamasen feminista era casi un insulto para el marido".

Voces femeninas

Por las páginas de Mujeres del alma mía —un título que guarda enorme parecido con otro de sus libros anteriores, Inés del alma mía, sobre la conquistadora Inés Suárez y que ahora Amazon ha convertido en serie de televisón— discurren las mujeres que han marcado la vida de Isabel Allende. Especialmente su madre, Panchita, con quien mantuvo una correspondencia de 24.000 cartas, y su hija Paula, fallecida en 1992 cuando tenía 29 años.

"La escritura es como un vicio o una condición genérica. Lo que ha pasado con la escritura es que gracias a ella he podido confrontar demonios, revisar o volver a vivir ciertas cosas traumáticas como el golpe militar de Chile o la muerte de Paula. Esos grandes traumas no los mejoras con la escritura, pero los entiendes mejor, y eso ya es extraordinario", ha destacado la novelista.

Portada de 'Mujeres del alma mía'. Plaza&Janés

Allende ha recordado que sus inicios en el feminismo no fueron difíciles, pero que su madre le advirtió de las zancadillas que le iban a poner. "Es cierto que recibí agresiones, como nos pasó a todas las mujeres que teníamos algo que decir, pero por cada cachetada pude dar dos. El esfuerzo valió la pena", ha resumido, aunque todavía cree que hay países donde las mujeres "valen menos que el ganado".

La autora de La ciudad de las bestias también se ha manifestado sobre otras cuestiones como el aborto, un tema de mucha actualidad en Latinoamérica —"yo no propongo el aborto como solución: la solución son los anticonceptivos", ha asegurado, destacando la importancia de despenalizarlo—, o el lenguaje inclusivo: "En inglés es mucho más fácil, porque los adjetivos y sustantivos no tienen género y no existe 'él' y 'ella'. No he podido practicar el lenguaje inclusivo en español, pero por ahí se empieza".

Por último, Allende ha denunciado que las voces femeninas en el mundo literario han sido "minimizadas, ignoradas y silenciadas" y que las mujeres, por regla general, tienen que hacer un esfuerzo "tres veces mayor por la mitad de reconocimiento" que los hombres. En este sentido, ha tenido unas palabras muy cariñosas para la fallecida agente literaria Carmen Bacells, quien la empujó a la literatura cuando ya había cumplido los 40: "Si no hubiera sido por ella, ahora estaría jubilada tras haber trabajado 40 años en un colegio".

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