Marcos desea seguir preparándose para competir en las 24 horas de Le Mans.
Marcos, piloto campeón, sin pelos en la lengua sobre lo costoso de iniciar como profesional: “Si no tienes dinero es muy difícil que llegues”
Marcos reveló que solo un test le puede costar hasta 15 mil euros.
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Convertirse en piloto profesional no solo requiere talento, sino una gran inversión económica. Así lo dejó claro Marcos Menkes, campeón de España de Turismos, durante una entrevista con el creador de contenido Eric Ponce en su canal de YouTube, donde habló con total franqueza sobre lo que implica dedicarse al automovilismo en España.
Un sueño caro y lleno de obstáculos
En la charla, Marcos explicó que ganar un campeonato no garantiza poder vivir de ello. Aunque su título nacional le dio reconocimiento, no significó ingresos ni estabilidad: “Te da nombre, te da un palmarés, pero en dinero no te da nada”, confesó. Según el piloto, cada temporada implica gastos de miles de euros en mecánicos, neumáticos y pruebas, además del coste por correr con un equipo.
Durante la entrevista, realizada en el circuito de Montmeló, el piloto mostró el Porsche GT3 Cup 992 con el que busca subir de categoría a Gran Turismo. Este tipo de coches, explicó, requieren una inversión descomunal: un solo test puede costar 15.000 euros y una carrera, más de 200.000. “Si no tienes dinero es muy difícil que llegues”, reconoció sin rodeos, dejando en evidencia lo inaccesible que resulta el automovilismo para quienes no cuentan con un respaldo económico sólido.
El propio Marcos compartió que, aunque entrena constantemente y ha demostrado talento, el factor económico pesa más que las habilidades. “Ojalá fuese solo de talento”, comentó. “Hoy en día depende del dinero que traigas. Si puedes aportar al equipo, entras; si no, no”.
La realidad detrás de los equipos y patrocinadores
El piloto también reveló que los equipos priorizan a quienes pueden pagar, más que a quienes destacan por mérito. “En este mundo eres un cliente. No te van a recomendar lo mejor para ti, sino lo que ellos tienen para que les sigas pagando”, aseguró. Esta declaración evidenció la naturaleza comercial del automovilismo actual, donde incluso los test más pequeños tienen precios elevados.
Sobre los patrocinadores, Marcos fue claro: “Aquí no vale con que te den 5.000 euros, eso cuesta solo las pastillas de freno”. En su caso, depende parcialmente de un sponsor para poder competir, pero reconoce que los apoyos reales suelen rondar los 50.000 o 100.000 euros, cantidades que solo cubren una parte mínima del presupuesto necesario.
Las marcas, explicó, buscan más experiencias que exposición: lo que valoran es que un piloto les ofrezca a sus clientes la oportunidad de subirse a un coche de carreras.
Además, señaló que los pilotos asumen casi todos los riesgos financieros, incluso en caso de accidente. “Si me estrello, pago yo”, afirmó. Aunque existen seguros, las franquicias pueden superar los 25.000 euros, por lo que cualquier golpe supone una pérdida importante. Esa realidad convierte cada prueba en una apuesta personal, donde el error no solo cuesta segundos en pista, sino miles de euros del propio bolsillo.
El otro lado del circuito
Además de su faceta deportiva, Marcos estudia arquitectura y planea financiar sus sueños desde esa profesión. “Quizá la opción más viable es hacer dinero con arquitectura y pagar mis carreras”, comentó. Consciente de la dureza del camino, no deja de perseguir su meta: correr algún día en las 24 horas de Le Mans.
Durante el video, Ponce acompañó al piloto en una jornada de pruebas, experimentando en carne propia la potencia del Porsche GT3. Tras vivir la experiencia como copiloto, el influencer reconoció que las frenadas y la velocidad eran “una locura”.
La conversación cerró con un mensaje claro de Marcos: el automovilismo es pasión, sacrificio y, sobre todo, una inversión constante.