Ni la revisión del coche ni la hidratación: este es el error más común al hacer viajes en verano y cómo evitarlo

Ni la revisión del coche ni la hidratación: este es el error más común al hacer viajes en verano y cómo evitarlo

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Ni la revisión del coche ni la hidratación: este es el error más común al hacer viajes en verano y cómo evitarlo

No hacer paradas cada dos horas puede ponerte en riesgo al volante.

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Cuando planificamos un viaje largo de cara al verano, la atención suele centrarse en aspectos evidentes como revisar el estado del coche o llevar suficiente agua para mantenerse hidratado. Aunque ambos elementos son importantes, los expertos en seguridad vial advierten de que hay un error aún más común y peligroso que cometen muchos conductores: no hacer las paradas necesarias durante el trayecto.

Y este descuido, lejos de ser menor, puede tener consecuencias graves tanto para la salud como para la seguridad al volante. El calor, las largas horas de conducción y las altas concentraciones de tráfico típicas de las operaciones salida provocan una fatiga progresiva que muchos ignoran o subestiman.

Saltarse descansos recomendados o no programar paradas con antelación hace que el conductor pierda reflejos, aumente el tiempo de reacción y se exponga a la temida somnolencia al volante, uno de los factores más asociados a accidentes en autopista.

La Dirección General de Tráfico (DGT) insiste cada año en la importancia de hacer paradas al menos cada dos horas o cada 200 kilómetros. Sin embargo, muchas personas deciden “aguantar un poco más” para llegar antes a destino. Esa práctica, motivada por la impaciencia o por querer evitar atascos, supone un riesgo innecesario.

Durante un viaje largo, especialmente en verano, el cuerpo se deshidrata más rápido, el sol incide con más intensidad y el habitáculo del coche puede alcanzar temperaturas elevadas si el sistema de climatización no es suficiente.

A todo esto se suma el efecto de la conducción monótona, que incrementa la fatiga mental. Por ende, las consecuencias pueden ir desde una pérdida de concentración hasta microsueños que duran apenas segundos pero pueden ser letales.

¿Cómo evitarlo?

Con una buena planificación y conciencia. La mejor forma de combatir este error es integrar las paradas como parte del plan de viaje. No deben ser vistas como una pérdida de tiempo, sino como una inversión en seguridad. Además, es recomendable aprovechar cada parada para estirar las piernas, beber agua, comer algo ligero y ventilar el coche.

Elegir áreas de descanso bien equipadas, evitar conducir en las horas de más calor y turnarse al volante si se viaja con otro conductor también son medidas eficaces para reducir riesgos.