
Edén Diez, profesor de autoescuela.
Edén Diez, profesor de autoescuela: "Así es como debes hacer un cambio de marcha de quinta a segunda"
Este profesional y creador de contenido tiene una cuenta personal en la que sube vídeos con diferentes recomendaciones y consejos.
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En un mundo donde aprender a conducir puede convertirse en una experiencia estresante, el instructor de conducción Edén Diez propone un enfoque completamente distinto: uno pausado, detallado y casi terapéutico.
Así lo demuestra en uno de sus últimos vídeos publicados en Instagram, donde guía paso a paso a una alumna llamada Lola en una maniobra compleja: el salto de marcha de quinta a segunda. Lo hace no solo con precisión técnica, sino también con un tono sereno que ha captado la atención de miles de usuarios en redes sociales.
En el vídeo, de apenas unos segundos, Diez enseña cómo realizar esta transición de forma fluida y segura. "Y ahora haremos un salto de marcha de quinta a segunda, sin ninguna prisa, Lola", dice en los primeros segundos, marcando desde el inicio una actitud antagónica al nerviosismo que suele acompañar a los nuevos conductores.
Su uso del lenguaje no solo instruye, sino que también tranquiliza: "levanta el acelerador", indica, como si cada paso tuviera un ritmo casi coreografiado.
El contexto no es menor. En España, el proceso para obtener el carnet de conducir puede convertirse en una fuente de ansiedad para muchos jóvenes.
Las maniobras técnicas, la presión del tráfico real y el temor al error complican la curva de aprendizaje.
Sin embargo, figuras como Edén Diez están revolucionando la enseñanza práctica mediante el uso de redes sociales y una metodología que prioriza la comprensión pausada.
Diez insiste en la importancia de observar y anticipar. "Vamos a ir controlando el espejo central, importante", subraya, recordando que el control del entorno es tan vital como la mecánica del vehículo. A continuación, guía con suavidad, mientras recomienda empezar con el freno, "suave, suave, suave, suave".
Cuando el coche desciende a las mil revoluciones por minuto, el instructor introduce el siguiente paso. "Embrague a fondo, sigue frenando, sigue frenando, sigue frenando", señala con firmeza, sin perder la calma. La repetición actúa como un recurso pedagógico, ayudando a fijar la atención de la alumna mientras ejecuta varias tareas simultáneas.
La culminación de la maniobra no llega con una instrucción seca, sino con una especie de acompañamiento verbal continuo. "Sigue frenando, suave, y ahora poco a poco vamos subiendo el embrague en la segunda marcha, perfecto Lola, sigue frenando", concluye.
El estilo de Diez recuerda más al de un entrenador personal que al de un típico profesor de autoescuela. En lugar de generar presión, construye un entorno donde el error no se penaliza, sino que se corrige con paciencia.
En este sentido, su propuesta no solo enseña a manejar un coche, sino también a manejar el propio estrés, lo que podría explicar por qué sus vídeos están ganando popularidad entre públicos que van más allá de los aspirantes a conductores.