Ya es oficial: la DGT alerta de que habrá multa de 200 euros para los conductores que no enciendan estas luces

Las luces de un vehículo no solo son un elemento estético o técnico, sino una parte esencial para garantizar la seguridad en la conducción. Son clave para asegurar una visibilidad óptima en carretera, tanto para el propio conductor como para el resto de usuarios. Ya sea de día o de noche, en condiciones de buena o mala visibilidad, saber qué tipo de luces activar en cada situación es fundamental para evitar accidentes y sanciones.

En este sentido, las luces de cruce son uno de los sistemas de iluminación más importantes y también uno de los más regulados por la normativa actual. Son obligatorias no solo cuando cae la noche o al atravesar zonas oscuras, sino también en túneles, carriles reversibles o en condiciones meteorológicas adversas, como lluvia intensa, niebla o nevadas. Circular sin ellas, además de poner en riesgo la visibilidad, puede suponer una multa de hasta 200 euros, según indica la Dirección General de Tráfico (DGT).

El propio Reglamento General de Circulación establece de forma clara que las luces de cruce deben activarse obligatoriamente por la noche, sin importar el tipo de vía por la que se circule. No hacerlo no solo representa una infracción, sino que compromete directamente la seguridad vial, al dificultar la visibilidad tanto del vehículo como del entorno que lo rodea.

Otras situaciones en las que son obligatorias

Cuando se circula por túneles o pasos subterráneos, es obligatorio encender las luces de cruce, independientemente de si es de día o de noche. Esto se debe a que en estos entornos la luz natural disminuye considerablemente y encender las luces permite que el vehículo sea visible para el resto de conductores.

Además, en situaciones especiales como los carriles reversibles o los habilitados en sentido contrario al habitual, es crucial activar las luces. En este tipo de escenarios, una buena visibilidad permite identificar correctamente el sentido de la circulación y ayuda a evitar accidentes frontales por despistes o falta de referencias visuales.

También hay que tener en cuenta las condiciones meteorológicas adversas. La niebla, la lluvia intensa, la nieve o incluso el polvo en suspensión pueden reducir drásticamente la visibilidad en carretera. En estos casos, usar las luces de cruce no es solo una recomendación, sino una medida clave para garantizar la seguridad, tanto propia como del resto de vehículos que circulan por la vía.

No hacerlo implica multa de hasta 200 euros

No encender las luces del vehículo cuando es obligatorio está considerado por la DGT como una infracción grave. Aunque esta falta no conlleva la pérdida de puntos del carnet de conducir, sí puede suponer una multa de hasta 200 euros, un gasto totalmente evitable si se respetan las normas básicas de circulación.

Más allá de la sanción económica, conducir sin la iluminación adecuada implica un riesgo directo para la seguridad vial. La visibilidad deficiente puede provocar accidentes, atropellos o choques que podrían haberse evitado simplemente utilizando las luces correctamente.

Desde la Dirección General de Tráfico insisten en que estas medidas no tienen un fin recaudatorio, sino que están orientadas a proteger la vida de todos los usuarios de la vía. Ver y ser visto es esencial en carretera y respetar estas normas puede marcar la diferencia entre un viaje seguro y una situación de peligro.