El Gobierno de Pedro Sánchez tiene estos días una disyuntiva de gran calado en relación a la industria de la automoción.

En una mano, tendría la opción de no hacer nada, de dejar que el tiempo pase y que los coches sean más caros en 2021.

Esta opción es mala para el consumidor (los coches subirían de precio entre 400 y 1.000 euros el año que viene); pero sería más interesante para los diferentes gobiernos (principalmente los autonómicos) ya que recaudarían más impuestos y, además, mantendría su imagen de Gobierno ‘verde’. Hasta aquí el ‘Plan A’ que baraja Sánchez.

Pero también hay una opción B. Una nueva fórmula que está sobre la mesa y que según ha podido saber El Español el Gobierno la está estudiando.

Este nuevo plan, más favorable para el ciudadano sería, además, igual de rentable para las comunidades autónomas, ya que ingresarían lo mismo (616 millones de euros en 2019).

Sin embargo, la desventaja que tiene es que no sería tan beneficioso en términos de imagen de Gobierno concienciado con el medio ambiente y tendría algunos escollos como el visto bueno definitivo de ministerios como el de Transición Ecológica.

Este nuevo ‘Plan B’ que estudia el Gobierno, según ha podido saber El Español, supondría cambiar el nivel de emisiones por el que los coches tienen que pagar el impuesto de matriculación.

Si a día de hoy, un coche que emite por debajo de 120 gramos no paga impuesto de matriculación, la solución que se ha planteado al Gobierno es que ese límite se suba un 20% para llegar a los 144 gramos.

De esta manera, ningún coche que estuviera por debajo de los 144 gramos pagaría el impuesto de matriculación.

Faltan solo dos meses para la subida

Esta es la decisión que tiene que tomar Pedro Sánchez en los próximos días en relación al automóvil. Y el tiempo se echa en su contra, ya que apenas quedan dos meses para que entre en vigor la nueva normativa.

Si nada cambia, el próximo 1 de enero de 2021, los coches serán más caros. ¿La razón? El próximo año entra en vigor una nueva normativa (conocida como WLTP y que hasta ahora se había concedido una moratoria) que lo que hace es medir de una forma más precisa los consumos de los coches.

De esta manera, como a partir del próximo año, los consumos de los coches serán más altos (ya que la medición es más estricta), esto a su vez desemboca en que también asciendan las emisiones de CO2 y, por tanto, los coches cambien de tramo impositivo y tengan que pagar más por el impuesto de matriculación.

Por ejemplo, para hacernos una idea de lo que supone, a día de hoy aproximadamente de todos los coches que se producen en España, el 75% de los mismos no paga el impuesto de matriculación, ya que sus emisiones con la anterior normativa están por debajo de los 120 gramos de CO2.

Sin embargo, con la llegada de la WLTP, la nueva forma de medir los consumos haría que este 75% de los coches pasara a tener un impuesto del 4,75% adicional. Es decir, que los coches serían casi un 5% más caros en 2021.

Renault a favor del cambio

Uno de los fabricantes que se ha manifestado abiertamente a favor de este cambio en el impuesto de matriculación ha sido Renault. Así lo ha manifestado su director de comunicación, Jesús Presa, durante la presentación del nuevo Dacia Duster GLP (Gas Licuado del Petróleo).

La idea que este fabricante ha transmitido al Gobierno es que se aumente el techo de las emisiones de CO2 en el impuesto de matriculación. Es una “solución parecida a la que ya han tomado países como Portugal y Francia”, señala Presa.

Lo que este directivo demanda en nombre de Renault es una “fiscalidad verde, un pago por uso”, señala. Sin embargo y hasta que esto llegue, lo que se busca con esta fórmula es buscar una “neutralidad impositiva” que no sería “permanente”.

De lo contrario, de no llevar a cabo estos cambios en el impuesto de matriculación, el 75% de los coches que se fabrican en España quedarían “desposicionados” y pasarían de un impuesto de matriculación del 0% a otro del 4,75%.

"Manejamos una previsión de caída del mercado de turismos y comerciales ligeros de entorno a un 30% o 35% para el año que viene (2021) si esto no se modifica", señala el director de Comunicación de Renault que recuerda que muchos de estos modelos son 'made in Spain' y esto podría afectar a las fábricas ya que "para construir en España el mercado interior es muy importante".

En cuanto a si el Gobierno ha sido receptivo a la propuesta realizada por los fabricantes, Jesús Presa ha señalado que es “optimista” y que esperan “una respuesta rápida” si bien también ha señalado que “ya es tarde” porque ahora se negocian muchos compras de flotas por parte de las empresas.

Cambios en las etiquetas de la DGT

Otro de los aspectos que también han comentado fuentes de Renault es la situación en la que se está trabajando a día de hoy para el cambio de las etiquetas de la DGT. De esta manera, desde la firma del rombo han señalado que la Dirección General de Tráfico no tomará una decisión sin contar con la unanimidad de los fabricantes.

En definitiva, la DGT ha pedido a los fabricantes que se pongan de acuerdo en materia de la modificación de las etiquetas. Y aquí es donde entran algunas discusiones, ya que algunos sectores piden que la DGT no permita que los coches que no son 100% eléctricos lleven la etiqueta CERO.

Esto es una lucha principalmente para los coches que son híbridos enchufables, ya que tienen la etiqueta CERO, pero, sin embargo, sí emiten emisiones cuando no tienen carga en la batería. Un tipo de coches, por ejemplo, con los que PSA ha señalado a El Español que no está dispuesto “a perder la etiqueta CERO” en los híbridos enchufables.

Y algo similar puede ocurrir con los microhíbridos, algunos de ellos coches muy potentes y que tienen la etiqueta ECO. Ahora, por tanto, toca ponerse de acuerdo al sector para confirmar qué cambios incorporan las actuales y si, finalmente, llega alguna nueva etiqueta como parece ser que así será.

No obstante, esta medida será solo para los coches de nueva matriculación y a partir de 2021. Sin embargo, no podrá llevarse a cabo con los coches que ya ruedan con su correspondiente etiqueta. La etiqueta con la que nacieron es con la que se van al desguace.