El organismo europeo independiente EuroNCAP, encargado de realizar las pruebas de choque -crashtest- de la mayoría de vehículos que se venden en nuestro continente, ha hecho públicas sus valoraciones respecto a la última ronda de pruebas que ha efectuado, en la que algunos de los lanzamientos más recientes han pasado "por el estrado". 

Comenzando por las puntuaciones más altas, los dos modelos que han superado con nota las pruebas han sido el Audi Q5 y el Toyota C-HR. Ambos modelos han conquistado la máxima puntuación, destacando EuroNCAP el buen resultado general, con una respuesta notable del vehículo en todas las pruebas efectuadas. 

Cinco estrellas ha conseguido también otro recién llegado, el Land Rover Discovery, aunque con algún sobresalto. Y es que parece que la presión del airbag del conductor no es la idónea, resultando algo baja en determinadas circunstancias, lo que puede llevar a una reducción de la protección necesaria. 

La nueva generación del Citroën C3 también ha pasado el examen con una nota bastante alta. Sin llegar a las cinco estrellas, el urbanita francés ha obtenido cuatro estrellas, colocándose, tras el endurecimiento de los procedimientos de prueba, como uno de los urbanos más seguros del mercado, flaqueando sobre todo en la protección al peatón en caso de atropello. 

En el lado contrario encontramos a los Fiat 500 y Ford Ka+, dos modelos también de corte urbano, que han obtenido tres estrellas cada uno debido a deficiencias en el terreno de la protección de los pasajeros de las plazas traseras. El 500 es un modelo antiguo, que pese a haberse renovado en 2015, no ha introducido mejoras en los sistemas de seguridad. 

Ninguno de los dos, ni el Ford ni el Fiat, cuentan con sistemas autónomos de protección, algo especialmente grave en el caso del Ka+, un modelo nuevo recién llegado. Tampoco cuentan con, por ejemplo, pretensores en los cinturones de seguridad de las plazas traseras, por lo que los ocupantes de la segunda fila de asientos sufren más esfuerzos en caso de colisión.