Caterham lanza una nueva edición especial denominada Seven Sprint, una variante en el que el purismo y el gusto por lo retro es lo primordial. La marca británica siempre se ha caracterizado por el buen gusto y la artesanía de sus creaciones, algo que queda patente en este Seven Sprint. 

Estéticamente el Seven Sprint nos hace retrotraernos a los años 60 con detalles como las pinturas pastel específicamente pensadas para este versión, con seis tonalidades diferentes: Cream, Mellow Yellow, Regency Red, Camberwick Green, British Racing Green, y Misty Blue. No faltan tampoco las llantas de chapa pintadas con terminación cromada. 

Además, todas y cada una de la 60 unidades de esta edición limitada recibirán logos especiales retro, un silenciador para el tubo de escape pulido a brillo y pilotos traseros específicos. En el interior destaca la tapicería de cuero ribeteada a mano, la instrumentación exclusiva o un volante de madera trabajado de forma manual. 

Mecánicamente el Seven Sprint recibe el propulsor más pequeño de la gama. Hablamos de un diminuto motor tricilíndrico de 660 centímetros cúbicos de capacidad, de origen Suzuki, sobrealimentado mediante un pequeño turbo. El resultado son 80 CV y 107 NM. 

A priori no parecen cifras brillantes, pero si tenemos en cuenta que el Caterham pesa apenas 490 kg, el Seven Sprint arroja una cifra de aceleración de 0 a 100 km/h de apenas 6.9 segundos, alcanzando una velocidad máxima de 160 km/h.