Cósima Ramírez.

Cósima Ramírez. Esteban Palazuelos

Mascotario

Cósima Ramírez, sobre la domesticación de perros y gatos: "Se acercaron a los humanos hace 40.000 años"

Cósima abre el gran debate existencial sobre la preferencia de canes o felinos, explicando la génesis de las dos especies animales.

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Se acercan las Navidades y, en su último vídeo para Mascotario, Cósima Ramírez abre el gran debate existencial al que todos estamos, tarde o temprano, condenados a someternos: ¿perros o gatos?

"El perro es el primer animal domesticado por los humanos, hace entre 20.000 y 40.000 años, durante el Paleolítico Superior". Su denominación científica en latín, Canis lupus familiaris, ya indica su origen y su ámbito de relación con nuestra especie.

Los perros son una especie animal "creada" por el ser humano. Aunque descienden del lobo gris, constituyen una rama distinta dentro de una misma historia evolutiva: los separa un largo proceso de domesticación y de cambios genéticos.

Algunos lobos comensales se acostumbraron a vivir cerca de grupos de cazadores-recolectores, acercándose a los campamentos humanos para aprovechar los restos de comida.

A partir de esos encuentros, se fue estrechando una relación que ya no se entendería sin la presencia del otro.

Una historia evolutiva propia

Hoy, el linaje del perro tiene una historia evolutiva propia, íntimamente ligada a la nuestra, con una enorme diversidad de razas y adaptaciones que no están presentes en los lobos.

De aquel contacto inicial, los humanos descubrieron las potencialidades de este animal y surgió una relación de mutualismo: el perro se convirtió en un gran aliado para la caza, la vigilancia y, sobre todo, la compañía.

Las personas, de forma consciente o inconsciente, fueron favoreciendo y reproduciendo a esos individuos más sociables y cooperativos, dando lugar a lo que hoy definimos como "perro".

Desde entonces, se formó un vínculo más profundo, una conexión que va mucho más allá del acompañamiento en tareas prácticas.

"Por otro lado, el gato fue domesticado hace aproximadamente 10.000 años, durante el Neolítico". Cuando los humanos comenzaron a practicar la agricultura en el Creciente Fértil de Oriente Próximo, el grano almacenado atrajo primero a los roedores y, poco después, a los felinos.

Los cazadores del neolítico

Descendientes del gato montés africano, aquellos primeros gatos neolíticos fueron tolerados gracias a sus dotes como cazadores, creando una relación beneficiosa para ambas partes: los humanos reducían las plagas y los gatos obtenían una fuente de alimento constante y relativamente fácil.

Con el paso de los milenios, los gatos se integraron en la vida cotidiana y simbólica de las sociedades humanas, alcanzando un estatus especialmente destacado en el Antiguo Egipto, donde se los representaba en el arte y se los protegía por ley en determinados periodos.

"Llegaron a ser considerados animales sagrados, asociados con la diosa Bastet, protectora del hogar, la fertilidad y la armonía". La figura de la diosa se representa a menudo como una mujer con cabeza de gato.

¿Gatos o perros?

Actualmente, al gato doméstico se le denomina Felis catus en su nomenclatura científica latina. "En un mundo en el que existen los perros-gatos y los gatos-perros, os voy a confesar un secreto: a mí me gustan los dos", reconoce Cósima.

Como siempre, antes de cerrar el vídeo, lanza una pregunta al público: "¿Y tú? ¿Eres más de gatos o de perros?". Justificaciones y anécdotas, bienvenidas.