¿Los gatos pueden salir a pasear como los perros? La pregunta, cada vez más común entre amantes de los felinos, divide opiniones y despierta curiosidad.
El canal ExpertoAnimal aborda este tema en profundidad y lo deja claro desde el principio: "Sí, pero los felinos son muy particulares y no todos están predispuestos a ello".
Partiendo de esta premisa, los expertos abordan las ventajas e inconvenientes de esta práctica en un vídeo de YouTube.
Aunque a simple vista pueda parecer una actividad sencilla y natural, la realidad es que cada gato tiene una personalidad única, y llevarlos fuera de casa implica retos, beneficios insospechados y una dosis extra de paciencia.
Pasear a un gato es mucho más que colocarle una correa. Se trata de abrirle la puerta a un mundo desconocido de nuevos olores, estímulos y experiencias, donde el respeto por su naturaleza será la clave para que la aventura resulte positiva tanto para el animal como para su compañero humano.
Seguridad y confianza
El educador de ExpertoAnimal insiste en que los gatos no son como los perros. "Nunca van a tener la suficiente seguridad y confianza como para pasear a nuestro lado o incluso poder soltarlos de la correa algún día sin que se escapen".
Ellos no tienen la misma necesidad de socialización ni de hacer sus necesidades fuera de casa, ya que cuentan con su arenero y son animales mucho más territoriales. Por eso, el paseo puede resultar estresante.
"En el exterior se encontrarán con otros gatos desconocidos y no contarán con sus marcas de olor tranquilizadoras, lo que puede asustarlos y hacerles querer huir", explica.
La seguridad es otro punto crítico. "Sacar a un gato a pasear exige vigilancia constante". Allí fuera pueden comer algo inapropiado, coger parásitos, lastimarse con ramas o recibir algún susto inesperado.
Por eso, se recomienda mantener en regla todas las vacunas y desparasitaciones. Además, remarcan la necesidad de respetar el carácter: "Si tu gato es muy asustadizo y reservado, o se esconde ante cualquier ruido extraño, lo mejor es evitar los paseos al exterior".
Beneficios de los paseos
Pese a los riesgos, pasear a un gato puede aportar grandes ventajas. "Puede ser muy beneficioso tanto para el gato como para su dueño", comenta el presentador.
El paseo fortalece el vínculo y permite al felino recibir estímulos nuevos y enriquecedores: olores, texturas y sonidos diferentes a los del hogar. Esta experiencia es especialmente positiva para gatos curiosos y con tendencia a escaparse.
"Por fin conocen lo que hay después de esas ventanas". Sin embargo, siempre bajo control y seguridad, por ejemplo, en un parque tranquilo y con correa.
Uno de los beneficios más citados es la mejora de la salud mediante el ejercicio físico. "Ayudarás a que su salud mejore y que baje de peso más fácilmente", señalan, en particular, para felinos con sobrepeso u obesidad.
Cada gato, un mundo
"¿A tu gato realmente le gustaría salir a pasear?", invita a la reflexión. La clave está en que la decisión la tome quien mejor conoce al animal: su propio cuidador.
Si se opta por los paseos, hay que hacerlo siempre con paciencia, supervisión y teniendo en cuenta la personalidad de cada gato. La experiencia puede ser tan positiva como estresante, pero sobre todo debe ser una elección consciente y respetuosa con sus límites y necesidades.
Así, pasear a un gato puede convertirse en una rutina gratificante o en una fuente de malestar; todo dependerá de saber interpretar su lenguaje y respetar su naturaleza única y singular.
