Las casas rurales no son ya una casita encalada en medio de un pueblo con pocos servicios. Muchas de ellas son chalés de lujo con piscina, barbacoa, columpios para los niños, zonas deportivas, varias habitaciones y posibilidades de hacer todo tipo de actividades al aire libre en la naturaleza. Son una buena opción para compartir entre varias familias y están cada vez más cotizadas, hasta el punto de que para el próximo agosto ya están reservadas el 60% en la provincia de Málaga.

Así lo aseguran desde el portal malagueño de reservas Ruralidays.com, donde explican que para la primera quincena de agosto ya están ocupadas el 67% de las casas rurales con piscina privada. 

La mayoría de clientes es español, pero cada vez hay más extranjeros, especialmente de Reino Unido, Alemania, Países Bajos e incluso de destinos lejanos como Estados Unidos. Los norteamericanos son precisamente los que reservan las casas más lujosas y los que gastan más dinero, unos 139 euros por persona y día. El precio medio suele ser de 39 euros por persona entre los clientes extranjeros y de 34,4 euros entre los nacionales. 

Nerja, Frigiliana, Cómpeta, El Borge, Ronda, Villanueva del Rosario, Alhaurín de la Torre y Torrox son los destinos preferidos por los clientes y lo que más se busca son casas grandes con capacidad para muchas personas y que tengan piscina, chimenea (para el invierno), barbacoa, equipamientos deportivos o jacuzzi. 

"El sector turístico sigue creciendo a buen ritmo y las casas rurales se han convertido en una opción más dentro de la gama del alojamiento, que compite con grandes cadenas hoteleras, apartamentos turísticos, etcétera. Aún queda mucho recorrido para el turismo rural en España”, afirma Félix Zea, cofundador de Ruralidays.com.

Zea destaca que, tras el Covid, la casa rural es un alojamiento muy demandado por el turista nacional mientras que también está entre las preferencias del internacional. "El mercado germano ha sido de los más afectados por la guerra en Ucrania y actualmente hay un repunte de la demanda. Los clientes están cansados de esperar de que la situación mejore y no quieren renunciar más a sus vacaciones después de lo sucedido en los últimos tres años", subraya. 

En el caso del turismo británico, más de lo mismo pese al Brexit. "A pesar de la inflación, todos los mercados crecen en cifras de dos dígitos. Nosotros en los últimos tres años no hemos dejado de crecer y llegamos a duplicar nuestro volumen de negocio de 2019", remarca Zea, quien subraya que en este mes de febrero las reservas están al 52% gracias a San Valentín y al puente del día de Andalucía.