En Málaga, la Semana Santa no solo se vive en las calles. Las procesiones, el olor a incienso y los cientos de nazarenos son solo un ápice de tradición. En las casas, hay costumbres llenas de sabor que se transmiten entre generaciones.
La gastronomía andaluza se corona en esta época del año. Los dulces tradicionales son una parte esencial de las celebraciones. Además de los famosos pestiños y torrijas, hay gran variedad de postres que acompañan a las familias malagueñas. Algunos más típicos que otros.
Entre los más representativos de la provincia destaca la torta de almendras. Un manjar originario de Ardales, localidad del Valle del Guadalteba, que resalta por su suavidad, su sabor a almendra y su sencillez.
En el pueblo, uno de los lugares más famosos para comprar este postre es Productos Ruiz, también conocido como ‘El Casillero’, situado en la plaza principal. Es una tradición que se integra en el alma de la provincia. Con su inconfundible sabor, esta torta se ha convertido en el postre por excelencia del pueblo.
La torta de almendras es de esas recetas que tienen sus raíces en la vida rural de Málaga. Durante siglos, la almendra ha sido un producto básico en la región, y en la Semana Santa se convertía en una excelente opción de postre para las familias que seguían las restricciones de la Cuaresma, ya que no contiene productos de origen animal. Además, su preparación fácil y rápida la hace perfecta. Puedes dejarla lista e irte a disfrutar de las procesiones.
Con una base de almendras molidas, azúcar, huevos y manteca, la receta no solo es deliciosa, sino que refleja el carácter de la provincia. Málaga sabe aprovechar los productos autóctonos para crear platos sencillos, pero llenos de sabor. En Ardales, las tortas se han convertido en un símbolo de la gastronomía local, especialmente en Semana Santa. Es una tradición.
Su sabor inconfundible las ha convertido en uno de los bocados dulces más deseados de la provincia. El toque cítrico que, por su parte, aporta el limón la hace especial y única. Una elaboración sencilla, con un resultado exquisito.
¿Cómo elaborar la torta de almendras?
Ingredientes
Tiempo de elaboración: 45 minutos
-
Azúcar
-
Huevo
-
Canela en polvo
-
200 gr de almendras molidas
-
Ralladura de limón
-
Almendras enteras
Paso 1
Precalentar el horno a 200 ºC y, mientras, continuar con la elaboración.
Paso 2
Verter las almendras, el azúcar y la canela en una batidora para que todo quede bien molido, especialmente las almendras, si se dispone de ellas enteras.
Paso 3
Volcar los ingredientes en un bol y añadir el huevo y ralladura de limón. Batir hasta conseguir una mezcla uniforme.
Paso 4
Cubrir una bandeja con papel vegetal o de horno y, sobre ella, poner bolitas que se han ido cortando de la masa obtenida.
Paso 5
Echar azúcar sobre las pastas y decorarlas con almendras enteras por encima.
Paso 6
Meter en el horno y dejarlas durante unos 15 minutos a 180 ºC.
Ingredientes
Tiempo de elaboración: 45 minutos
- Azúcar
- Huevo
- Canela en polvo
- 200 gr de almendras molidas
- Ralladura de limón
- Almendras enteras
Paso 1
Precalentar el horno a 200 ºC y, mientras, continuar con la elaboración.
Paso 2
Verter las almendras, el azúcar y la canela en una batidora para que todo quede bien molido, especialmente las almendras, si se dispone de ellas enteras.
Paso 3
Volcar los ingredientes en un bol y añadir el huevo y ralladura de limón. Batir hasta conseguir una mezcla uniforme.
Paso 4
Cubrir una bandeja con papel vegetal o de horno y, sobre ella, poner bolitas que se han ido cortando de la masa obtenida.
Paso 5
Echar azúcar sobre las pastas y decorarlas con almendras enteras por encima.
Paso 6
Meter en el horno y dejarlas durante unos 15 minutos a 180 ºC.
Aunque se pueden disfrutar tanto calientes como frías, la torta de almendras tiene un sabor y una textura ideales cuando están a temperatura ambiente. Además, los expertos en repostería de la localidad recomiendan aportar un dulzor extra con un toque de azúcar glass por encima y una decoración con almendras laminadas. Un matiz más delicado, para la vista y para el paladar.
Este postre es ideal para acompañar con una bebida caliente, como café, té o chocolate caliente. O incluso un licor suave, que resalta los sabores de la torta. Más aún en las frescas tardes, a veces no tan frescas, de Semana Santa. Y para los amantes de la comida más ligera, puede servirse con frutas frescas como fresas, manzanas o peras. Un contraste entre suavidad, dulzor y frescura.
La torta de almendras tiene una estrecha relación con la Semana Santa debido a su simplicidad y a la utilización de ingredientes que cumplen con las restricciones de la religión. La almendra es un excelente sustituto para la gastronomía de origen animal debido a su sabor y arraigo a la cultura local.
Para disfrutar de esta torta no es necesario visitar Ardales, aunque es una experiencia única. Con esta receta cualquiera puede conservar el alma de la tierra malagueña desde su propia casa.