El pasado viernes se emitía una nueva ronda de ediciones a ciegas de La Voz, el talent musical de Antena 3 que está rompiendo récords de audiencia. El público disfruta viendo cómo los coaches pelean por las mejores voces, pero también sufre viendo cómo estos no se giran en algunas ocasiones, pese a la gran voz que pueda tener el concursante.

A punto estuvo de marcharse a casa Marina Jiménez, una cantante malagueña de 22 años a la que le pudieron los nervios durante su interpretación de 'La Mudanza', un precioso tema de Niña Pastori y Pablo Alborán. Sin embargo, cuando la concursante estaba a punto de terminar la canción, Malú incita a Pablo a que se gire. "Esta es tuya", le dice. El malagueño, sin aún saber que quien estaba detrás de la silla era una paisana, sigue la intuición de Malú y le da al botón.

La cara de Marina es de sorpresa absoluta. Había conseguido el objetivo de entrar a La Voz a la primera. "Nunca me había presentado a un casting porque suelo ponerme muy nerviosa al subir a un escenario. No estoy acostumbrada a esto aún", decía Marina en su vídeo de presentación.

Empezó a cantar en su cuarto, encerrada, con miedo a que algún familiar le escuchara ya que según cuenta a EL ESPAÑOL de Málaga "se ha criado entre fandangos y bulerías".

"Mi hermano y mi padre cantan y a mí me daba mucho respeto que alguno me dijera que estaba haciendo las cosas mal", explicaba la concursante orgullosa de haber podido optar a esta gran oportunidad puesto que su padre no ha podido dedicarse profesionalmente a la música y puede ver su sueño reflejado en los ojos de su hija.

Sin embargo, aunque se dedicó a ser azafata de tierra, el mundo del carnaval la conoce y de sobra. Especialmente el del Carnaval de Málaga, donde se subió por primera vez a cantar sobre unas tablas. En el COAC de 2020 fue quinta con su comparsa 'Un malagueño cualquiera', en el que era la única chica. Además, sus versiones del Carnaval de Cádiz acumulan miles de visitas en YouTube.

"El carnaval es mi pasión, pero reconozco que es un mundillo muy sacrificado. Pero cuando te subes por primera vez al Cervantes o al Falla te das cuenta que el esfuerzo siempre merece la pena", relata.

Además, habitualmente se la puede ver haciendo bolos por la provincia de Málaga con Curro Ruiz, otro antiguo concursante de La Voz, acompañándola y tocando la guitarra. "No puedo estar más contenta, todo el mundo está respondiendo genial", dice la artista a este periódico, que le desea toda la suerte del mundo en las próximas fases del programa.

La malagueña ha aprovechado su Instagram para agradecer la avalancha de mensajes que le han llegado en los últimos días. "Sé que me puse algo nerviosa, pero os prometo que voy a intentar demostraros una evolución dentro de poco", decía en una de sus stories de esta red social donde ya se puede leer en su biografía "concursante de La Voz 2021".

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