Málaga

La 54ª edición del concurso nacional de albañilería Peña El Palustre se ha celebrado este domingo tras el parón del año anterior en la pandemia, en un evento que ha supuesto una fiesta total para autoridades, organizadores y vecinos. La cuadrilla conformada por el oficial José María del Pozo Galán y Miguel Ángel López Menchero, provenientes de la localidad madrileña de Fuenlabrada, se ha alzado con el primer premio, gratificado con 5.000 euros.

El prestigio de este certamen fundado en 1967, el más antiguo de España y ampliamente reconocido como el más prestigioso de todo el país, llega hasta el punto de que es considerado por los propios albañiles como la Champions League de su sector. Gran parte de esa solera proviene del ímpetu y la constancia de su organización; liderada durante más de medio siglo por Manuel Peláez Santiago, que en esta edición ha anunciado que será la última en la que desempeñará ese cargo de cabeza de la comisión organizadora por motivos de salud. 

"Después de este año de parón estamos otra vez en la marcha. Es una satisfacción ver la plaza llena de profesionales haciendo el ejercicio, con este cielo que nos ha acompañado de nuestra Málaga. Estamos como antaño, en la Champions", ha reconocido Peláez Santiago.

Ganadores del concurso de albañilería.

Símbolo de la cultura andaluza

Él ha sido el encargado de diseñar la figura de este año, una estrella de ocho puntas sobre una base con forma de trapecio (un símbolo en la cultura andaluza y en otras muchas). Treinta cuadrillas se han inscrito para realizar este ejercicio; quince de fuera de Andalucía y quince de la propia comunidad autónoma, de los cuales diez son de la provincia de Málaga. En torno a una veintena de los ejercicios participantes se han mantenido en pie, una cifra más alta de lo habitual, lo que ha hecho que la clasificación final se dirima más en los pequeños detalles del resultado final.

"Si no limpias tanto la figura, se puede mantener mejor en pie, pero con pegotes. Cuando tú vas hilando al límite para que el resultado final sea el mejor, más puede ser que se caiga", ha afirmado el oficial ganador, José María del Pozo Galán, que ha festejado "la adrenalina" de volver a competir y ha destacado el incentivo que supone un certamen como este para un oficio que "se está perdiendo".

El segundo puesto (2.000 €) ha sido para Fernando Muñoz Jiménez (oficial) y Francisco Javier Muñoz Martos (ayudante), de la localidad sevillana de Herrera; mientras que el tercer lugar (1.250€) ha sido para Aleix Planas Hortoneda (o) y Vasile Safta (a), de Vila Seca, Tarragona. Ha sido una larga deliberación por parte del jurado hasta llegar a la decisión final.

Otra imagen con todos los ganadores.

"Teníamos previsto tomar pocas medidas, pero al final hemos tomado medidas y plomadas suplementarias, incluso hemos inspeccionado en una segunda ronda a las cuadrillas más destacadas. La clave ha estado en la exactitud en el replanteo y la perfección en el acabado. Tenemos una plantilla que ha sido muy reveladora de quién se ha ajustado más a las medidas", ha explicado el presidente del jurado, el arquitecto Demófilo Peláez Postigo II, que ha definido el certamen como "una satisfacción que ni esperaba", porque tenían "gran temor" ante la evolución de la pandemia y el resultado ha sido muy satisfactorio.

La cuadrilla malagueña mejor clasificado ha sido la conformada por Manuel Fuentes García y Francisco Cabrera Pérez, de Maqueda, que han logrado el cuarto premio (1.000€, más otra remuneración de esa cantidad por ser los mejores de la provincia) y el memorial Demófilo Peláez Santiago Coraje y corazón, por el ejemplo de superación de Fuentes al participar con una situación física delicada. El galardonado ha recogido cojeando y visiblemente emocionado el reconocimiento; entregado en recuerdo del otro cofundador del concurso, hermano de Manuel y fallecido en 2016.

Por su parte, la presidenta de la peña El Palustre, Mari Carmen Peláez Postigo, ha expresado su satisfacción de celebrar una edición que pensaban "que no se podría hacer", especialmente tras la cancelación de la Feria de agosto. Pese a que las medidas de salud han forzado a reducir el número de cuadrillas y eliminar los famosos callos que se comen tras el concurso, ha sido un reencuentro del barrio de El Palo con su concurso prácticamente redondo.

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