Málaga

"No me busques en tu historia. No me busques en tu ciencia. No me busques en la religión. Está escrito lo que ocurre a mi alrededor pero no me nombra". Ángelo Néstore (Lecce, Italia, 1986) sueña con un mundo no binario donde las categorías de género desaparezcan. La artista queer no binaria lo deja bien claro en su debut musical Poeta Cíborg Pecador al grito de "no TERF fantasies in my tale".

Afincada en Málaga desde 2007, la escritora y traductora se ha hecho un hueco en el circuito cultural nacional con proyectos tan necesarios como el Festival de Poesía Irreconciliables junto a Violeta Niebla y su editorial de poesía Letraversal. Con ella ha publicado las obras de fenómenos de la literatura como el dramaturgo Alberto Conejero, la novelista Elizabeth Duval y el indómito performer Abel Azcona.

"Si lo pienso un nicho es la utopía perfecta: / sin hombres o mujeres, / todos extranjeros", escribe al inicio de su último libro, Hágase mi voluntad (Pre-Textos), del que ha bebido para componer su primera canción. En él, reflexiona sobre los privilegios masculinos heredados, la opresión del hombre hacia la mujer, la transexualidad, el movimiento queer y el sexismo lingüístico.

Entre sus últimas obras teatrales están el monólogo en homenaje a Gloria Fuertes Esto no es un monólogo, es una mujer (autor y director) y la pieza en solitario Lo inhabitable, en la que dialogan poesía, teatro y performance. La poeta contesta al cuestionario de EL ESPAÑOL de Málaga tras volver de sus vacaciones en las playas italianas de Lecce.

¿Cuál es tu primer recuerdo de verano en Málaga?

Fue una tarde de verano de 2007. Llegué por primera vez a Málaga desde Italia y paseaba por las calles sin rumbo (no existía Google Maps y sigue sin existir mi sentido de la orientación). Recuerdo llegar al Paseo de los Curas, creyendo haberme cruzado desde lejos con mi primera procesión (cosa de guiri) hasta que me acerqué y alguien me dijo algo de un botellón, a lo que puse una cara de póker (también cosa de guiri y de los años).

¿Y tu primer concierto?

Fue un concierto íntimo de La Pili que organizó Villa Puchero en su espacio artístico underground. Mi primer concierto en el sofá de un salón particular. Me pareció algo realmente exótico, revolucionario e inspirador. 

Nestoré en la playa. A. N.

¿Recuerdas algún amor de moraga? ¿Qué le dirías ahora?

Lo bonito de mis amores de moraga es justamente el recuerdo difuso y suave, la complicidad y ese atrevimiento y la chispa de la adolescencia.

¿A qué político, a qué famoso y a qué deportista invitarías a una moraga en el Peñón del Cuervo?

Sin ninguna duda le escribiría al poeta y exgobernador de la región italiana de Apulia Nichi Vendola, a la drag queen Sasha Velour y a la patinadora Alana Smith, para que nos cuente su experiencia como primera persona no binaria en los Juegos Olímpicos. Por supuesto una moraga políglota y llena de purpurina y poesía, como me gusta. 

¿Cómo es la moraga perfecta? ¿Sardinas, pinchitos o sólo de copas?

Yo si me dices que una tónica es un gin tonic por efecto placebo ya estoy más que servida, así que te diría que me reservaría un rinconcito de la barbacoa para unos pinchitos de verdura y unos espetos.

¿Cuál es la peor resaca veraniega que recuerdas?

La peor resaca veraniega es que justamente no la recuerdo.

¿Qué plan no puede faltar en tus veranos?

No puede faltar el aburrimiento, bendito aburrimiento. 

¿Cuál ha sido tu feria más recordada? ¿Y esa en la que tienes más lagunas?

Soy de esas personas que vive las ferias en las atracciones, normalmente rodeada de niños y adolescentes.

La ola del Melillero… ¿cuántas toallas te ha mojado? 

Toallas pocas porque no suelo tumbarme a tomar el sol, pero me encanta dejarme llevar por las olas hacia la orilla a pesar de parecer un animalito varado. 

¿Cuál fue tu primer trabajo de verano? Ya sabes, ese al que te metes para ganarte unas pelas y poder salir con tus amigos…

Estuve trabajando en verano para pagarme los estudios en una fábrica de construcción de carpas. Ha sido un trabajo muy duro, pero he conocido a personas realmente interesantes y con una vida muy diferente con respecto a la mía.

¿Cuál es tu heladería favorita malagueña?

Como buen italiano no puedo decir otra que no sea la heladería Inma por la calidad de sus productos y porque me gusta que, a pesar del gran éxito que tiene, siga siendo un negocio de barrio. 

¿Porra, gazpacho o ajoblanco?

Muy difícil elección, pero, quizás, me decantaría por una buena porra. Por cierto, recuerdo que el primer verano que volví a Italia desde España preparé un gazpacho para una cena con amigo y, debido a mis dotes culinarias nulas, se quedó intacto.

¿Cuál es ese chiringuito que no falta en tus planes de verano?

Un chiringuito en Almayate que me descubrió mi hermana Violeta Niebla. Cada vez que necesito un plan gastronómico local le lanzo un SOS por Whatsapp como si fuese Siri y siempre acierta.

¿Dónde te llevarías a tu mejor amigo a comerse un campero? ¿Y a tu peor enemigo?

A mi mejor amigo lo llevaría sin lugar a dudas al Burger Parrilla, cerca de Calle Dos Aceras, ya que es tradición cenar allí después de una actuación (las mejores patatas fritas de Málaga, por cierto). A mi peor enemigo probablemente una cenita en casa (ver razones en la pregunta doce sobre mis fracasos culinarios).

¿Cuál es tu playa favorita de la provincia?

En mis veranos nunca puede faltar una visita a la cala de Maro para tumbarme allí, dejarme llevar por el oleaje hacia la playa y aburrirme, feliz, un poquito.

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