La futbolista Jenni Hermoso ha elegido la provincia de Málaga para desconectar de la polémica con el Caso Rubiales y, sobre todo, descansar después de un verano lleno de trabajo, pero glorioso con ese final ganando el Mundial el pasado 20 de agosto.

Sonriente, vestida de color blanco y beige y con el pelo suelto, la jugadora ha posado en una imagen junto a los trabajadores de la heladería La Valenciana de Marbella, en la avenida Nabeul de la localidad malagueña. La instantánea es del pasado sábado, cuando estuvo visitando el casco histórico marbellí.

Aunque algunas de sus compañeras ya han empezado los entrenamientos, la madrileña, que está en las filas del Pachuca mexicano, sigue aún de vacaciones y está aprovechándolas al máximo. Tras la celebración del mundial en Madrid, viajó junto a parte del grupo a Ibiza para celebrar el título y ahora, con esta imagen, se ha podido saber que ha viajado a Marbella.

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Lo hace en el marco complicado que le ha causado el beso que Luis Rubiales le dio durante la entrega de medallas en la final del Mundial en Sidney y todo lo que ha conllevado --incluida la puesta en huelga de hambre de tres días de la madre de Rubiales--. Este viernes, el Tribunal Administrativo de Deporte (TAD) calificó de "grave" lo ocurrido, algo importante, pues solo permite que legalmente solo pueda tener consecuencias de menor gravedad. Pese a ello, Jenni se ha alejado de los focos y ha preferido optar por obviar las polémicas y celebrar que es campeona del mundo en familia, pues acudió a la heladería con algunos de los suyos.