Alba Rosado E.P

Francisco Nicolás Gómez Iglesias, conocido popularmente como el pequeño Nicolás, se encuentra recuperándose de las lesiones que le provocaron en la madrugada del viernes, sobre las 1.50 horas, tras la finalización de un conocido festival que se celebra en Marbella. Allí, tuvo un encontronazo con un vigilante de seguridad que desembocó en un ingreso en Urgencias de más de 12 horas.

Pese a que el joven confesaba a El Confidencial que sería durante estos días cuando se tramitara su denuncia, de momento no ha querido hacer público si la ha puesto o no. Gómez se respaldaba en que "no se encontraba ni física ni anímicamente bien" y que por eso no la interponía. Sin embargo, EL ESPAÑOL de Málaga sí que ha podido saber que en los últimos dos días ha viajado de Sotogrande, en Cádiz, hasta Marbella, de nuevo, y que se encuentra alojado en el Gran Hotel Guadalpín Banús, de cinco estrellas. En sus stories de Instagram, además, también ha mostrado la enorme bañera de hidromasaje que incluye su suite presidencial de lujo.

El jacuzzi de la suite en la que se encuentra. Gran Hotel Guadalpin

El propio Francisco Nicolás ha declarado a este periódico que se encuentra "disfrutando de las vacaciones, desconectando, y apurando los últimos días"Asimismo se le ha podido ver comiendo muy sonriente en restaurantes de lujo de Estepona, con unos amigos,  pero con unas grandes gafas de sol de espejo que hacen que sea imposible conocer el estado de su ojo derecho a día de hoy.

"Gracias por vuestros mensajes de apoyo. La recuperación con amigos siempre es más rápida", publicaba en su Instagram adjuntando una imagen de las vistas, en este caso diurnas, que tiene desde su habitación en la localidad marbellí.

Vistas desde la suite. Gran Hotel Guadalpin

Los hechos

La pelea surge porque el vigilante invita al pequeño Nicolás a que suba al autobús lanzadera. Gómez se niega porque estaba "esperando a un amigo" y, además, no llevaba la mascarilla puesta en el interior del vehículo. Por esta razón, según ha podido confirmar este periódico, el joven fue reducido y recibió varios puñetazos que le causaron algunas contusiones en el ojo derecho y en los brazos, así como en la cabeza.

Tras el suceso, la Policía Nacional se personó y recomendó a Francisco Nicolás que se trasladara a Urgencias ante posibles contusiones. El joven se marchó en un taxi por sí mismo. Allí, los medios le hicieron una exploración donde señalaban que presentaba presentaba un hematoma en el ojo derecho con "hemorragia subconjuntival", y que tenía "dolor y tumefacción en el codo derecho". Para asegurarse de que al paciente le podían dar el alta, le realizaron una radiografía (TAC) cráneo facial, tras lo cual anotaron que no había alteraciones morfológicas, ni áreas de atrofia, ni lesiones expansivas.

Una imagen de la pelea. EP

La radiografía del codo derecho, el que usaron para reducirle, arrojó que tampoco tenía lesiones óseas agudas, a pesar de lo cual se decidió mantener al paciente en observación hasta que a las 05.52 horas le dieron el alta clínica recetando paracetamol para los dolores. Como 'juicio clínico principal' reflejaron en el informe que se trataba de un policontusionado, y como juicio secundario "traumatismo craneal, conmoción sin pérdida de conciencia o amnesia, traumatismo facial, contusión en codo y hemorragia (...) en el ojo derecho".

Ese mismo día, en el Hospital Costa del Sol, y con membrete de la Junta de Andalucía, se rellenó el formulario del parte lesiones protocolario que en su caso se deberá remitir al juzgado con la descripción de la asistencia sanitaria. Por su parte, según adelanta también El Confidencial, el guardia de seguridad que estuvo implicado en la pelea ya ha interpuesto su denuncia contra el joven en comisaría adjuntando su parte de lesiones sufridas como consecuencia del encuentro.

Condenas

Echando la vista atrás, Francisco Nicolás está teniendo un año de lo más completo, y es que el pasado mes de junio recibió la que era su primera condena. La Audiencia Nacional le condenó a un año y nueve meses de prisión y a una multa de 2.700 euros por falsificar un DNI para que un amigo se presentara por él a la Selectividad.

Asimismo, el pasado mes de julio fue condenado a tres años de cárcel, en este caso por hacerse pasar por un emisario del rey durante un viaje a Ribadeo, en Lugo, para reunirse con un empresario. Se le condenó, por una parte, a una pena de nueve meses de prisión como responsable de un delito de usurpación de funciones públicas con la atenuante analógica de anomalía psíquica y dilaciones indebidas, y a otros dos años y 3 meses de reclusión en recinto penitenciario por un delito de cohecho activo.

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