Vista aérea del Palacio de Ferias de Málaga y de los terrenos del Real de Cortijo de Torres.

Vista aérea del Palacio de Ferias de Málaga y de los terrenos del Real de Cortijo de Torres.

Málaga ciudad

El gigante dormido de Cortijo de Torres: Málaga sigue aplazando la transformación de los suelos de la Feria

Pasan más de cuatro años desde que se puso sobre la mesa una primera aproximación a este macroproyecto.

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Del frenesí, de ser epicentro de la gran fiesta del sur de Europa, al desierto más absoluto. Esta es la metamorfosis radical que padece año tras año el Real de Cortijo de Torres.

La gran extensión de terreno situada en las proximidades del Palacio de Ferias y Congresos, sobre la que se levantan las casetas de los festejos, sigue olvidada la mayor parte del año.

Salvo los nueve días de la Feria de Agosto y los domingos en los que se celebra el rastro, Cortijo de Torres es un erial sin vida.

Una certeza que evidencia la necesidad de reabrir la discusión sobre el futuro de este estratégico emplazamiento.

Más aún cuando son muchas las voces que advierten desde hace años de las evidentes carencias que presenta la capital de la Costa del Sol en materia de oficinas.

Infografía de la ordenación prevista para los suelos de Cortijo de Torres, en Málaga.

Infografía de la ordenación prevista para los suelos de Cortijo de Torres, en Málaga.

Pese a ello, lo cierto es que el Ayuntamiento, que amagó hace ahora cuatro años con sentar las bases de esta gran operación urbanística, sigue sin dar el paso.

Aunque fuentes municipales confirman a EL ESPAÑOL de Málaga que la iniciativa sigue formando parte de la estrategia de ciudad municipal y que la voluntad es avanzar en el camino trazado.

De hecho, desvelan que el, hasta ahora, único trabajo técnico desarrollo, a modo de estudio inicial, contiene errores que han de ser subsanados. Aluden, en concreto, a que la delimitación original "ocupaba espacios que afectan al Palacio de Ferias", lo que obligará, llegado el momento, a reajustar el ámbito de la actuación.

A la espera de que se avance en esta línea de acción, lo que sí parece claro es que la alteración implicará una disminución del techo edificable inicialmente marcado.

Los números que rodean esta intervención la convierten en una de las más importantes de la capital en las últimas décadas. En concreto, las primeras estimaciones elevaban la inversión necesaria a 232 millones de euros. Una suma con la que actuar sobre una zona de 141.660 metros cuadrados.

Detalles de la ordenación inicial

Los terrenos permitirían, según los técnicos, levantar un techo edificable máximo de 91.893 metros para oficinas (3,5 veces lo que actualmente se proyecta en Muelle Heredia del puerto), así como de 2.700 metros serían para comercial. Hay otros 42.000 metros cuadrados de suelo previsto con uso ferial/industrial.

El estudio proponía convertir las actuales casetas de uso temporal en edificaciones concebidas como contenedores suficientemente versátiles para recibir nuevos usos polivalentes. Y ello para generar un nuevo paisaje permanente y la creación de una infraestructura que consolide al actual recinto ferial.

Al tiempo, se ponía sobre la mesa la vieja aspiración de ampliar el Palacio de Ferias, con una superficie de 38.000 metros cuadrados. Otro de los usos más potentes previstos es de aparcamiento soterrado, con una superficie de casi 83.500 metros. La reserva podría rondar las 2.800 plazas.

Algunos de los edificios de oficinas planteados en el recinto ferial.

Algunos de los edificios de oficinas planteados en el recinto ferial.

Sea cual sea la decisión municipal, lo que es evidente es que esta intervención requiere de muchos años de tramitación, así como de la implicación del sector privado. Entre otros motivos porque se hace necesaria una modificación del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU).

La propuesta fijaba la intervención más directa sobre la calle José Blázquez, que pasaría a convertirse en un eje en el que concentrar actividades diversas y complementarias.

Se proyectan un nuevo frente edificado de manzanas que se emplazan sobre el límite oeste de la actual parcela de aparcamientos en superficie del Palacio de Ferias y en continuidad con la parcela destinada al hotel que prevé el Plan General.

Para dar forma a estos desarrollos, los urbanistas optan por dos modelos: el primero, denominado Zócalo Manzana Feria, hace referencia a las parcelas del actual recinto ferial en las que plantean usos feriales, deportivos, culturales, de carácter temporal que también permitan su ocupación durante los festejos. Para el mismo se dibujan bloques de planta baja, con una altura de 10 metros.

El segundo modelo, que afecta a las manzanas sobre el actual aparcamiento del palacio, bautizado como Zócalo Manzana Palacio, "debe prever la integración de una futura ampliación de este equipamiento con usos comerciales que enriquezcan y complementen el entorno a nivel de calle".

La altura máxima planteada es de 12 metros en una planta para la zona donde se establece la ampliación del palacio, mientras que será de tres para el lateral del nuevo eje, con uso comercial y de oficinas.

Será en la parte superior de las dos manzanas donde se dé cabida en altura al uso principal de oficinas. La previsión es que la cota máxima de estos desarrollos sea de seis, siete y ocho plantas, respetando los límites marcados por las nuevas servidumbres del aeropuerto de la Costa del Sol.