Su aspecto es similar al del pica-pica que todos comprábamos en quioscos cuando éramos niños, pero no, se trataba de droga, más concretamente de cocaína rosa. Con un total de 60 gramos fue pillado un joven de 28 años el pasado lunes, 21 de agosto, en la estación de autobuses de Málaga.

La actitud vigilante que mantenía, puso en guardia a una patrulla de paisano adscrita a la Brigada Móvil. Tras la identificación del sospechoso y el registro de su equipaje, la Policía le intervino la cocaína.

Llevaba la droga en uno de los bolsillos de su mochila. Estaba dispuesta en diferentes bolsitas transparentes preparadas para la venta al menudeo. Así, en otro bolsillo, tenía 625 euros en efectivo, previsiblemente obtenidos de la venta.

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Esta droga, de un llamativo color rosa, se llama científicamente 2CB y, habitualmente, está asociada con las altas esferas. Cada gramo puede costar cien euros y se trata de un psicoestimulante vendido de manera ilegal en muchos países del mundo, entre ellos España, cuyo consumo genera alteraciones orgánicas importantes que ponen en riesgo la salud de quien lo toma. 

De origen meramente sintético, entre sus efectos, eleva el estado de ánimo al éxtasis, activa el sistema nervioso, produce euforia o ira e incluso al tomarla puedes tener alucinaciones visuales y auditivas, por lo que aunque parezca por fuera un simple caramelo, su peligro es muy alto, sobre todo si, además, se mezcla con otras drogas.