La Farola de Málaga, convertida en símbolo de identidad de la capital de la Costa del Sol desde hace décadas, es ya un monumento protegido. El Consejo de Ministros ha aprobado este martes, a propuesta del ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, el Real Decreto por el que el faro del puerto de Málaga es declarado Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento.

Su declaración tiene por objeto la protección patrimonial de los valores históricos, artísticos y técnicos del bien, sin que dicha protección suponga interferencia alguna en las competencias previstas en la Ley de Puertos del Estado y Marina Mercante. 

Este faro marítimo se levantó en 1817. La torre, de planta circular y diseñada por el brigadier de la armada, ingeniero naval y director del puerto, Joaquín Mª Pery y Guzmán, tenía como único objetivo en aquel momento el de sustentar la linterna, acogiendo distintos aparatos ópticos propios de los avances tecnológicos de la época. En 1853 se añadió a la torre una base cuadrada que albergaba viviendas para que el personal viviera allí, la cual fue ampliada entre 1909 y 1913 con una segunda planta. 

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