Junto a la Expo 2027, el Plan Málaga Litoral es, sin duda, el proyecto de mayor valor y trascendencia histórica de cuantos ha manejado Francisco de la Torre en sus casi 23 años al frente de la Alcaldía. La complejidad de la operación no radica solo en su coste, estimado por encima de los 400 millones de euros, sino en la necesidad de sumar voluntades de no pocas Administraciones públicas.

Y una de ellas, esencial en esta propuesta, es la Autoridad Portuaria. ¿Por qué? Porque casi tres cuartas partes de los terrenos sobre los que se dibuja el túnel que permitirá soterrar el tráfico de la Avenida Muelle Heredia y del Paseo de los Curas son propiedad del Puerto.

Un detalle que otorga al organismo presidido por Carlos Rubio un papel fundamental en el futuro de la actuación. Algo de lo que es consciente el propio Rubio, quien admite que desde el primer momento se ha dejado claro al Ayuntamiento de la existencia de una condición que ha de ser cumplida.

Trazado del túnel del eje litoral de Málaga.

"Lo que le hemos transmitido en todo momento es que esas avenidas, Muelle Heredia, Paseo de los Curas y el Paseo de la Farola, son suelos portuarios no por casualidad, sino porque así se previó para facilitar la comunicación del puerto de extremo a extremo. Y eso tiene que mantenerse en todo momento y en cualquier caso", sentencia el presidente del Puerto a EL ESPAÑOL de Málaga.

En este sentido, reitera que cualquiera que sea la solución técnica que se desarrolle en el marco de esta intervención, debe permitir que el tráfico pesado, ya sea de camiones o de autobuses, "pueda circular de un extremo a otro del puerto y usar esa vía periférica". Esa es la condición sine qua non que pone el ente portuario y de la que son plenamente conscientes en la Casona del Parque.

"Lo único que exigimos es que la operativa del puerto no se vea alterada en absoluto", insiste, subrayando la necesidad de que no se vean afectados los movimientos de los camiones de mercancías o la salida de los autobuses de los cruceros. "Hay días en los que podemos juntarnos con 12.000 o 13.000 cruceristas que hay que sacar vía lanzadera a la ciudad o vía autobuses; eso tiene que estar garantizado".

No parece, en cualquier caso, que la condición marcada por el Puerto vaya a ser un obstáculo. De hecho, Rubio pone en valor el propio alcalde, "en todas las reuniones, lo ha dicho expresamente, que una condición que deben cumplir todos los proyectos que se ejecuten es la de mantener la operatividad del puerto".