El día en que Málaga podrá conocer in situ una parte de los restos arqueológicos desenterrados por la obra del Metro en la Avenida de Andalucía está algo más cerca. Poco más de tres años después de que los arqueólogos tomasen el mando en las excavaciones en el tramo del suburbano previo al Centro, la Junta de Andalucía da un paso decisivo para la puesta en valor y exposición de los hallazgos.

La Agencia de Obra Pública, dependiente de la Consejería de Fomento, ha publicado este martes la licitación de la redacción del proyecto básico y de ejecución de un espacio museístico que dará cabida a una parte de la historia de la ciudad musulmana de entre los siglos XI al XIV, así como de esa otra etapa en la que el comercio era seña su identidad.

De acuerdo con los datos aportados desde el ente autonómico, el proyecto definirá la restauración y adecuación necesaria de los bienes inmuebles exhumados durante los trabajos de construcción del tajo. El presupuesto base es de 83.429,25 euros y el plazo para su redacción, de tres meses. Las empresas interesadas podrán presentar sus ofertas hasta el próximo 2 de junio. 

Restos de una antigua calle, también desenterrada en los trabajos del Metro de Málaga.

Los restos encontrados ya se encuentran almacenados en la que va a ser su casa definitiva. Esto es, en el primer nivel de túnel bajo la Avenida de Andalucía. La ubicación final tiene mucho que ver con la localización en 2020 de dos trozos de las murallas del arrabal de Attabbanin, correspondiente a la época musulmana. Las mismas fueron declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) por la Consejería de Cultura, teniendo que ser consolidadas y protegidas en su posición original.

Junto a estos dos segmentos, el espacio expositivo alberga las otras piezas seleccionadas y declaradas musealizables por Cultura. Es el caso de un horno musulmán del siglo XI; una vivienda unifamiliar nazarí y una calle completa de la época nazarí de los siglos XI y XII; una calle completa de la época cristiana moderna de los siglos XVI-XVII, y finalmente los elementos de la curtiduría para tratar el cuero de los siglos XVIII-XIX con tinajas y piletas.

El proyecto dará sentido a estos restos, de manera que sean capaces de describir la historia de la ciudad de una forma pedagógica y comprensible, utilizando las nuevas tecnologías. Se expondrán más de un centenar de estructuras, muchas de las cuales formaban parte de antiguas viviendas del arrabal musulmán situado al oeste del río Guadalmedina. 

Se seleccionaron para dicha finalidad los vestigios que mejor estado de conservación presentaban y que, además, representaban diferentes elementos constructivos de la ocupación del Arrabal de Attabanim, como la necrópolis en el siglo XI, con un vial como eje vertebrador del barrio desde sus orígenes hasta la época moderna como barrio industrial. 

Así como elementos de referencia relacionados con el uso industrial del barrio del Perchel: un horno o unas curtidurías. Todos ellos tienen la particularidad de contar la historia de este gran sector de la ciudad desde su génesis hasta la actualidad.

Pasos previos

Con carácter previo a la licitación del proyecto, la Agencia de Obra Pública y la dirección arqueológica llevaron a cabo la extracción, el traslado y la recomposición de los restos a su estado primitivo en el emplazamiento final. 

Como continuación, se ha procedido ahora a la licitación de la redacción del proyecto constructivo, que consiste en la habilitación del espacio expositivo, dotándolo de todos los elementos arquitectónicos, instalaciones y equipamientos para convertir dicho espacio bajo tierra en una exposición accesible al público en general.

El espacio expositivo estará abierto al público en el vestíbulo de la Estación de Guadalmedina, a través del acceso o edículo de dicha estación en la calle Armengual de la Mota. Pero, dicha boca de Metro tendrá un acceso independiente a la línea de validación (tornos) del vestíbulo para posibilitar así que los ciudadanos puedan acceder dicho espacio expositivo sin tener que ser usuario del suburbano.