La renuncia de los promotores del proyecto del Museo Hermitage a asentar una sucursal en la ciudad de Barcelona, ante la negativa municipal a facilitar la operación, vuelve a colocar a Málaga en el escenario de posibles alternativas para acoger la iniciativa cultural. 

La decisión de la sociedad impulsora, liderada por el fondo de inversión suizo-luxemburgués Varia, ha sido adelantada este viernes por El País, que precisa la paralización de todos los gastos que mantenía abiertos, en la esperanza de que hubiese un cambio de postura del Consistorio de la Ciudad Condal.

¿Qué repercusión tiene este paso atrás definitivo para Málaga? El efecto inmediato es que recoloca a la capital de la Costa del Sol en el mapa ante el deseo de la sociedad de instalar una sucursal del Hermitage "en el sur de Europa". Así lo han indicado fuentes cercanas a la operación, que eluden, ahora sí, hablar de manera directa de Málaga o de otros posibles destinos.

En la Casona del Parque, por su parte, se atiende a los futuros movimientos, si es que los hay. Al respecto, fuentes del equipo de gobierno, integrado por el Partido Popular y por Ciudadanos, han apuntado: "Estamos abiertos a seguir hablando sobre este proyecto en los términos en los que se planteó, es decir, sin coste para la ciudad".

Es básicamente el mismo mensaje que ya verbalizó hace unos meses el alcalde, Francisco de la Torre. El pasado mes de octubre, cuando se conoció el interés del Hermitage de Barcelona por Málaga, De la Torre fue claro, señalando que si los promotores estaban decididos a ir adelante, "la operación puede hacerse".

El regidor admitía incluso la existencia por aquel entonces de contactos, en los que el Ayuntamiento mostró su "disponibilidad" a acoger el proyecto. Una posición favorable compartida por la Autoridad Portuaria de Málaga, clave por cuanto eran unos terrenos situados en el recinto portuario los que habían convencido más a los promotores.

En concreto, en la parcela de San Andrés, punto de interés tras conocerse que el mismo fondo de inversión catarí que impulsa la construcción del hotel de 116 metros en el dique de Levante va a construir una marina para 506 embarcaciones en esa zona.