El Complejo Policial de Capuchinos, en Málaga capital, que durante años acogió el Centro de Internamiento de Extranjeros, queda visto para sentencia. El Gobierno central va a acometer su demolición integral en los próximos meses y como muestra de esta determinación acaba de licitar el concurso mediante el que contratar los trabajos de derribo de esta construcción.

Las instalaciones, situadas en la Plaza de Capuchinos, ocupan un conjunto edificatorio compuesto por varias unidades de distintas épocas y tipologías arquitectónicas, cuya ejecución se inició en el siglo XVII, a modo de convento para los frailes Capuchinos. En el siglo XIX fue desamortizado por el Ministerio del Interior y reconvertido en Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE). 

El coste de la actuación se estima en 1.204.518,65 euros (IVA incluido), con un plazo de 4 meses. Las empresas interesadas en pujar por este contrato tienen hasta el 17 de enero para formular sus propuestas.

Una de las habitaciones del complejo.

De acuerdo con los detalles recogidos en la memoria justificativa de la intervención, desde 2012, el edificio se encuentra "abandonado y en desuso", debido principalmente a su deficiente estado de conservación. Durante las visitas de inspección,"se detecta un estado de conservación deficiente". 

"Las principales causas de patologías detectadas consisten principalmente en defectos de estanqueidad, provocada por un mal estado de las cubiertas y de la carpintería del edificio, generando filtraciones de agua de forma generalizada en el interior", se precisa. 

Como consecuencia, se han producido importantes alteraciones de los materiales y sistemas constructivos, tales como: degradación de los elementos que componen los muros portantes, abombamiento de solerías, desplomes de falsos techos, pudrición de elementos de madera, corrosión de elementos metálicos, fisuraciones, etc. 

Imagen de uno de los techos del edificio.

Se aprecia que a lo largo de la vida útil del complejo se han realizado reparaciones y reformas de diverso calado, ya que existen zonas con sistemas constructivos modernos como forjados de hormigón armado, vigas y refuerzos metálicos, impermeabilizaciones mediante lámina asfáltica bituminosa, fábricas de ladrillo recibidos con mortero de cemento, etc. 

Ante este "deficiente estado de conservación", habiendo incluso algunas estancias en estado "casi ruinoso", y la "pérdida de funcionalidad y habitabilidad de la instalación para el uso que tenía", llevan a la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado a proponer la "demolición integral del complejo". 

La ejecución de los trabajos de demolición requerirá la reserva de un espacio de trabajo y maniobra de maquinaria pesada y vehículos de carga en el entorno de la parcela, acción que se realizará en la calle Empecinado y en la Plaza de Capuchinos. Por este motivo, se realizarán desvíos de tráfico rodado y peatonal. 

Basura acumulada en el interior del complejo.

De manera precisa, se indica en la memoria que se ocupará un ancho de 3 metros en la calle Empecinado, eliminando la zona de aparcamientos y modificando el itinerario peatonal. Asimismo, se ocupará la totalidad de la calzada de la Plaza de Capuchinos que linda con el edificio a demoler. 

"La demolición eliminando edificio a edificio integralmente, con objeto de facilitar la entrada de vehículos del exterior al interior", se aclara. De este modo, la operación se va a dividir en tres fases. 

A la espera de que se concrete el destino futuro de la parcela, hay que recordar que tiempo atrás el Gobierno anunció su intención de instalar en estas dependencias, previa rehabilitación, la nueva sede de la Unidad de Intervención Policial (UIP), de la Policía Nacional. Se hablaba de una inversión de 10 millones de euros.