Actualmente, si necesitas -por ejemplo- reparar una pérgola, ¿a quién acudes? Puedes buscar en Google "toldos Málaga", pero es probable que te salgan miles de resultados y no siempre los más relevantes para lo que buscas. Lo más probable es que acabes preguntando a un primo albañil, o a alguien que acometió una reparación similar recientemente, para tener referencia de recomendaciones.

"En Internet, para comprar y vender objetos tienes lo que quieras, ¡pero para servicios no!", plantea en conversación con EL ESPAÑOL de Málaga el fundador y CEO de la startup Febelink, Juan E. Domínguez.

Fue desde esa perspectiva desde la que concibió su aplicación, cuya versión mínima viable lleva en funcionamiento desde hace dos meses y ya cuenta con más de mil usuarios: "Llevamos el boca a boca físico a lo digital. Se trata de tener una red social dentro de un buscador, que sea la comunidad la que se ayuda y colabora, y a la vez que sea una herramienta realmente útil y sencilla para los profesionales".

Sus perspectivas son de un crecimiento exponencial: calculan acabar el año 2021 con 10.000 usuarios y plantarse en el final de 2022 con 5 millones de personas. Una viralización que esperan que se dé gracias a que cubre de forma segura un mercado que no contaba con una herramienta similar, según relata Domínguez, y gracias también al sistema de Blockchain que tiene asociado.

Cómo se usa

Ante la situación de la pérgola, el usuario podría postear en Febelink una búsqueda de ese sector en concreto, y detallar su petición. Actuaría entonces como un tablón de anuncios similar al de Wallapop, en el que no se da respuesta inmediata a la solicitud del consumidor, sino que se avisa a los potenciales trabajadores de que alguien precisa un servicio que ellos pueden dar.

A partir de ahí se parece a este tipo de aplicaciones de compraventa de segunda mano: "Si tú consideras que el tipo de perfil, las valoraciones y la conversación son positivas, puedes darle tu número o tu correo", y desde ese punto gestionar la contratación del servicio, explica su fundador.

Juan E. Domínguez, consultor financiero malagueño con más de 26 años de experiencia, señala tanto que hay una democratización de los resultados, ya que la puntuación de cada profesional la realizan los propios usuarios pudiendo elegir a solo uno por sector, como que la ciberseguridad es una prioridad, estando obligado cada usuario a introducir un documento de identificación para evitar falta de fiabilidad como en otros tablones de anuncio.

"¿Por qué no va a poder competir una pyme o un autonómo con una empresa grande? Por ejemplo, un pequeño profesional que solo tiene 20 valoraciones, pero 15 le señalan como el mejor, podrá ser elegido antes que una gran superficie con varios miles de valoraciones de las que solo 50 le señalan como el mejor", reflexiona el emprendedor.

La aplicación no contará "nunca" con publicidad, su uso es gratuito y, aunque tendrá un servicio premium, asegura que costará menos de diez euros mensuales y no supondrá grandes ventajas a la hora de posicionar mejor a cada profesional. Entonces, ¿de dónde saldrá el dinero?

Blockchain

Esta empresa emergente, que actualmente cuenta con cuatro empleados propios y otros cuatro externos, lleva trabajando en el proyecto desde hace casi tres años y espera duplicar su plantilla antes de final de año. Buscan para ello sede física en la ciudad, aunque la mayoría de los trabajadores actuales lo hagan en remoto desde fuera de Málaga.

Para lograr ese crecimiento será clave el inminente lanzamiento de su propio sistema de tókens, es decir, una especie de fichas o monedas digitales con valor solo dentro de la propia aplicación. Se lanzarán gracias al sistema de Blockchain, por lo que su dinámica es similar al de una criptomoneda: cuanto más se use y más se compren estos tókens, al existir solo un número limitado de ellos, más aumentará su valor, por lo que los tókens que tenga la propia Febelink le generará más ganancia.

Este tóken propio, que han bautizado en Febelink como Áureo, se pondrá utilizar dentro de la aplicación para abaratar la suscripción premium, para premiar a otros usuarios o para pagar los propios servicios. De esa manera, Febelink pone en contacto a emprearios y clientes para crear un mercado en el que se use su divisa, que así revalorizaría al alza las reservas de tokens que tiene la propia empresa.

"Nuestro tóken vale más cuanto más uso tiene. Si realmente damos un servicio de utilidad para la gente y lo usan, nuestro tóken valdrá más", explica Domínguez, que señala que la propia aplicación premiará con más Áureo a las personas que se registren o la compartan, lo que "va a permitir que se viralice rápido".

Una startup ambicioso nacido en la Costa del Sol, que se ha ayudado del asesoramiento y la formación a través de miembros de la Confederación de Empresarios Malagueños (CEM) y el Instituto Municipal para la Formación y el Empleo (IMFE), pero no ha nacido en el amplio circuito local de incubadoras y aceleradores.

Y que espera no parar de crecer. Según los datos facilitados por la empresa, entre el 50 y el 60% de los usuarios ya son de fuera de Málaga: "[El sistema de Blockchain] nos permite que sean los propios usuarios quienes nos financien, no tenemos que ir a ninguna entidad a pedir un préstamo. Si le gustan y confían en lo que hacemos, aquí estamos. Si la sociedad opina igual que nosotros, irá genial. Y si no, pues será justo", sentencia.

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