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Las claves

La Junta de Andalucía mantiene una línea de ayudas al alquiler dirigida a personas y familias en situación de vulnerabilidad, que puede llegar a cubrir hasta 500 euros mensuales del coste de la vivienda habitual.

Estas subvenciones se enmarcan en la política autonómica de vivienda y se nutren tanto de fondos propios como de financiación estatal vinculada a los programas de acceso a la vivienda.

Las ayudas al alquiler permiten subvencionar un alto porcentaje de la renta mensual, con un límite de alrededor de 500 euros al mes y un tope cercano a 6.000 euros al año por unidad de convivencia.

En muchos casos también se contempla la posibilidad de incluir parte de los gastos de comunidad o suministros básicos, siempre dentro de los límites que fije cada convocatoria oficial.

La ayuda puede llegar a cubrir hasta el 100% de la renta mensual, con un límite de 500 euros mensuales, a lo que se pueden sumar hasta 200 euros adicionales para gastos de comunidad y suministros básicos, sin superar los 6.000 euros al año por beneficiario.

Las bases económicas se apoyan en una combinación de fondos estatales del Plan Estatal de Vivienda y financiación propia de la Junta, que ya reservó partidas para 2025 y 2026 en la última convocatoria publicada en el BOJA​.

Cómo solicitarlas

Estas ayudas están dirigidas a personas y familias consideradas especialmente vulnerables por los servicios sociales, como víctimas de violencia de género, personas que han sufrido un desahucio, personas sin hogar o con dificultades graves para mantener su vivienda.

Para poder acceder, es necesario no ser propietario de una vivienda adecuada y cumplir determinados requisitos de ingresos, empadronamiento y tipo de contrato de alquiler que se detallan en las bases reguladoras.

La tramitación suele realizarse de forma telemática o presencial, presentando solicitud, contrato de alquiler, justificantes de pago e informes de servicios sociales cuando sean necesarios.

Las convocatorias se publican en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, donde se fijan los plazos de presentación, la documentación exacta y el crédito disponible hasta agotar presupuesto.

Los detalles pueden cambiar ligeramente de una convocatoria a otra, especialmente en porcentajes subvencionables, fechas y criterios de prioridad.