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Todo el mundo sabe que alquilar o comprar una vivienda en Málaga es cada vez más caro. Pero la necesidad muchas veces aprieta y hay que echar cuentas. Y son para echarse a temblar.

Si una familia quiere alquilar un piso en la provincia de Málaga tiene que destinar el 55% de los ingresos que obtenga.

Es una barbaridad, teniendo en cuenta que hay que comer, pagar el agua, gas, la luz, colegios... en definitiva vivir. Pero además es el mayor esfuerzo de toda España. Solo se le acerca Baleares con un 52%. En Barcelona está en el 42% y en Madrid en un 37%.

La distancia con otras provincias españolas es abismal, llegando a duplicar el esfuerzo familiar. En Navarra, por ejemplo, las familias tienen que dedicar el 25% de sus ingresos a alquilar un inmueble.

Estos datos han sido facilitados por la plataforma inmobiliaria Idealista, que mide el peso de la vivienda sobre el poder adquisitivo del hogar tanto en compra como en alquiler.

En el caso de Málaga, lógicamente, el precio sube más porque hay zonas de gran lujo como Marbella y porque toda la costa está muy tensionada en precio. Pero, aún así, el esfuerzo es mayúsculo. En Alicante, una provincia similar a Málaga, las familias tienen que dedicar el 37% de sus ingresos para arrendar un piso.

Si nos ceñimos a Málaga capital, más de lo mismo aunque algo más relajados, por decir algo. Según Idealista, las familias tienen que dedicar el 42% de sus ingresos al pago del alquiler de una vivienda.

La capital malagueña también está entre las más tensionadas del país, aunque hay otras con porcentajes algo más altos como Barcelona (44%) y Palma de Mallorca (43%).

La compra, algo más llevadero

Alquilar se lleva la mitad del dinero que entra en una familia. Comprar un piso es, en principio, algo más llevadero pero porque influyen varios factores.

En primer lugar hay que tener un ahorro previo, normalmente en torno al 20% del importe del piso, y eso hace que ya se haya quitado una carga, aunque a costa de descapitalizarse.

En segundo lugar, las hipotecas se ponen a 30 ó 40 años y eso da un mayor margen. Aun así, las familias están también ahogadas ya que el precio está mes tras mes marcando máximos históricos tanto en la capital como en la mayoría de municipios de la provincia.

Las familias tienen que dedicar el 44% de sus ingresos a la compra de un inmueble en la provincia de Málaga, siendo también el mayor de España igualado con Baleares.

En la capital, el esfuerzo familiar es del 37%, por lo que se acerca algo más a esa métrica no oficial de destinar un máximo de un tercio del sueldo al piso. Con la salvedad de que hablamos de ingresos por familia, no por persona, por lo que es mayor.

“La situación de la vivienda en alquiler está en estado de emergencia y próxima a desbordarse en muchas localidades, empujando comprar a las familias que tienen la más mínima posibilidad. Esto, unido a la bajura de miras de los últimos años en la administración que ha impedido la construcción de nuevas viviendas allí donde son necesarias, está tensionando enormemente el mercado de compra, con tasas en los grandes mercados que superan ampliamente los niveles recomendados de endeudamiento. Son necesarias medidas audaces y de consenso para estabilizar el mercado y comenzar una estrategia de recuperación del mercado de la vivienda a medio plazo”, asegura Francisco Iñareta, portavoz de Idealista.