Cuando pensamos en playas paradisíacas con aguas turquesas y un entorno salvaje, lo primero que suele venir a la mente es Menorca, Cerdeña o incluso alguna isla del Caribe. Pero lo que muchos no saben es que en plena Costa del Sol existe un rincón que nada tiene que envidiar a esos destinos de postal.
Se trata de Punta Chullera, una joya escondida entre Manilva y San Roque (Cádiz), perfecta para una escapada tranquila, natural y sorprendente.
A pesar de estar muy cerca del bullicio de la Costa del Sol, Punta Chullera es una playa poco conocida incluso por muchos malagueños, lo que la convierte en un auténtico paraíso.
Este pequeño tesoro costero ofrece un paisaje completamente distinto al de las playas más populares de la zona: aquí no hay paseos marítimos, ni urbanizaciones que rompan el horizonte.
En su lugar, encontrarás formaciones rocosas, calas íntimas, vegetación autóctona y unas aguas sorprendentemente claras que cambian de color según la luz del día, en tonos que van desde el azul profundo hasta el turquesa brillante.
Punta Chullera tiene ese aire de cala secreta tan típico de Menorca: pequeñas ensenadas de difícil acceso, rodeadas de roca y monte bajo, donde el mar se cuela entre las piedras creando piscinas naturales.
Es el lugar perfecto para pasar un día lejos del ruido, hacer snorkel, leer bajo la sombra de una roca o simplemente disfrutar del paisaje. Su fondo marino es ideal para observar peces y vida marina, por lo que no es raro ver a gente con gafas y tubo explorando sus rincones.
Esta cala, también denominada Punta de Cala Sardina, es un complejo litoral de interés ambiental. La singularidad geológica y morfológica de este espacio, y la escasa presión urbanística ejercida sobre el mismo, aportan a este ámbito de un elevado grado de naturalidad, "considerándolo un enclave único y un hito del patrimonio natural de la costa malagueña", apuntan desde la Diputación de Málaga.
La N-340 integra este espacio por el margen más próximo al frente litoral, acoplándose a la naturaleza del lugar, lo que incrementa la calidad natural y paisajística del corredor en este punto.
Torre de época nazarí
Esta playa permite degustar la gastronomía típica andaluza en el Chiringuito Sal y Sol. Además, desde aquí se puede visitar los restos de una torre vigía de la época nazarí usada hasta el siglo XVIII.
En 1497, en las "Instrucciones para la Guarda de la Costa" dadas por los Reyes Católicos a las ciudades, villas y lugares del Obispado de Málaga, ya se la denominaba Torre de la Chullera.