El Unicaja se fue a los 100 puntos contra una de las mejores defensas de la ACB. Así entró el equipo de Ibon Navarro en la Copa del Rey de baloncesto, en el partido inaugural de la competición y en el que acabó pasando la apisonadora para el 100-83 final bordeando por momentos los veinte puntos de renta. Fue otra versión de un Unicaja coral que se mete en las semifinales de la Copa tras el chasco del año pasado en el Carpena. Y una vez tomada la tempertura a la competición, hay que tener cuidado con ellos.
Kameron Taylor fue el más valorado, 23, y Osetkowski el máximo anotado con 18. Dekker con 22 puntos y varios minutos fuera de pista por una brecha en la cabeza, justo en los Unicaja sinceló su ventaja que sería definitiva, fue un tormento en la primera parte para los malagueños, ahora a dos partidos del título. Tan lejos y tan cerca.
Unicaja salió enchufadísimo param irse hasta un 12-5 que obligó a parar el partido a falta de cinco minutos de la primera manga ante vendaval verdimorado. Corría y defendía con intensidad el cuadro cajista. El Perry, Kalinoski, Barreiro, Kravish y Osetkowski hizo daño de salida. Pero tras el parón Dekker frenó la sangría para situar a la Penya a dos (12-10). Pero se está conviertiendo en una costumbre en los últimos partidos que aparezca cuando más lo necesita Unicaja Killian Tillie. Metió un triple para dar serenidad. Tras otro amago cajista de despegue, la primera manga finalizó con un 21-16 después de varias malas acciones de ataque de los de Ibon Navarro.
Ambos equipos salieron atascados y Unicaja tardó dos minutos y medio en anotar su primera canasta. Dekker con un triple puso a la Penya a uno (23-22). En el Unicaja, fallo tras fallo en el tiro exterior. Robertson puso por primera vez por delante al conjunto de Daniel Miret y llegó un tramo de alternativas, con el Unicaja costándole mucho anotar. Tomic desde la línea puso la máxima con un 35-38. Fue firme en la respuesta Unicaja, pero la Penya mantuvo el nivel, que se fue a un 35-40 mientras los malagueños carburaban. Osetkowski, desde su casa, igualó a 40 a falta de 40 segundos para el descanso. No se iba el Unicaja en de sus tarde menos claras. Otra canasta del californiano solo debajo del aro mandaba el duelo al intermedio con un 42-42 y muchas cosas que mejorar en el Unicaja.
Una brecha en la cabeza de Dekker y distancia del Unicaja
Un parcial de salida de 7-0 fue la carta de presentación de Unicaja tras el descanso, con la receta que mejor se le da, defender y correr. Pero Sam Dekker seguía a lo suyo con el tercer triple. Los metía de todas las maneras. Pero ahora Unicaja sí corría, sí robaba. Una marchita más para irse de nueve (56-47). Respondió Tomic con un 2+1 delante de Sima, que se lamentaba. Era importante no irse ahí. Barreiro puso la máxima con un triple (59-49). El que fue llenando el zurrón fue Perry, que se elevó a doce puntos para impedir a la Penya acercarse. Los malagueños establecieron la diferencia en 10-11 puntos justo en el momento en el Dekker se tuvo que retirar por un brecha que le costó la antideportiva a Osetkowski. El choque se fue al último cuarto con la máxima cajista, 73-61.
Y la entrada en la última manga fue demoledora la Penya. Unicaja se fue a un 80-61 que ponía cuesta abajo el pase a semifinales. La rotación cajista hacía mella en el rival, que tenía de nuevo a Dekker haciendo pupa desde la línea. Pero ahora Unicaja anotaba con más facilidad. Fue la tónica hasta el final, con Tyson Pérez brillando debajo del aro catalán. Dekker reducía de nuevo -12 a falta de 3:40. Había un hilo de esperanza. Pero no, se fue el Unicaja hasta los cien puntos, y el 100-83 final refleja la tarde de un equipo que ha entrado poco a poco en la competición y que ya está en modo Copa del Rey, como quería Ibon Navarro. A seminfinales.