Asentado de nuevo en la aristrocacia del baloncesto español tras un periodo por el desierto, el Unicaja se planta en una nueve edición de la Copa del Rey, la que arranca este jueves en Gran Canaria, con la fiabilidad mostrada desde que arrancara este proyecto hace ahora dos temporadas y media y con la discreción de haber cedido el liderato en la ACB.
Los de Ibon Navarro jugarán el partido inaugural de esta edición este jueves a partir de las 18:30 horas contra el Joventut de Badalona. Son los cajistas los que den el pistoletazo de salida porque acabaron la primera vuelta como líderes de la competición y cabezas de serie, lo que les otorgaba ese 'honor'.
Los principales focos apuntan al Real Madrid, líder justo antes de que llegue la cita canaria y la mejor plantilla del baloncesto nacional. Y al otro grande, el FC Barcelona, todos los rivales esperan el momento del despegue del equipo de Joan Peñarroya. Este puede ser el momento, especialmente después de la victoria en la Fonteta frente a Valencia Basket el pasado domingo (86-100).
El Gran Canaria Arena, escenario de la Copa del Rey de Baloncesto 2025
Y en el segundo escalón de los favoritos está el Unicaja, compartiendo condición de aspirantes muy a tener en cuenta con Valencia, los dos equipos que comandaron la clasificación durante toda la primera vuelta de la competición hasta que el Real Madrid fue enderezando el rumbo después de un mal arranque de temporada.
Con este escenario, el Unicaja partirá con la indiscutible condición de favorito sin en el camino no se encuentra ni a Barcelona ni a Madrid, algo que no ocurrirá en el debut, donde sobre el papel, los de Ibon Navarro, a pesar de todos los condicionantes que tienen este tipo de partidos, tiene mejor carta de presentación que la Penya.
Con respecto a la edición anterior disputada en Málaga, en la que el Unicaja cayó apeado a las primeras de cambio, los cajistas llegan sin la pesadísima mochila llena de exigencia con la que se presentaron hace un año delante de su público. Alrededor del equipo se generó un ambiente de pesimismo por la maldición del anfitrión y esta cayó sobre los de Ibon Navarro a las primeras de cambio. Este jueves, la mochila estará cargada de ilusión.
Uno de los puntos fuertes del Unicaja en esta Copa del Rey es que los malagueños llegan sin la obligación de levantar el título a pesar de su rendimiento esta temporada. De momento, la colección de plata en estas tres últimas temporadas -cuatro títulos-, aligera o hace directamente desaparecer la ansiedad por aspirar a cotas mayores en esta competición.
También, que la máquina de Ibon Navarro está perfectamente engrasada. El equipo sigue jugando de memoria en muchas ocasiones y está sabiendo salir de cualquier atolladero que se le presenta esta temporada. Algunos jugadores llegan en un gran momento a la cita. Un Perry cada vez más eficaz, un David Kravish que vuelve a ser el de anteriores temporadas, un Alberto Díaz que atraviesa su mejor momento del curso o un Killian Tillie que cada vez aparece más en los momentos decisivos de los partidos sin que le tiemble el pulso. Además, Tyson Pérez conocer perfectamente su rol dentro del equipo, de Yankuba Sima ya no duda nadie y el resto de nombres han demostrado de sobra que aparecen cuando se les necesita.
Sin presión, con mucho poso, sabiendo ganar títulos, habiéndole ganado a los grandes repetidamente en los últimos años. Con todo eso se planta el Unicaja en Gran Canaria. Un equipo que, si salva el primer escollo al que teme Ibon Navarro, habrá que parar.