Una vez se dio por hecho que el objetivo del ascenso directo era imposible, todas las chinchetas del calendario malaguista estaban puestas en el domingo 28 de abril, cuando el Málaga CF tenía que visitar al Córdoba CF con la intención incluso de arrebatarle la segunda plaza que le diera ventaja de campo en el playoff final. Pero el horrible final de campeonato que están haciendo los de Sergio Pellicer, fallando en el tramo más decisivo, las diez últimas jornadas, han rebajado las expectativas para el derbi andaluz. 

La clasificación refleja la realidad del Málaga, que está dejando escapar todas sus posibilidades de estar lo más arriba posible en la tabla. El conjunto blanquiazul es cuarto con 62 puntos, tercero el Ibiza con 63, que perdió en la última jornada y el Málaga no aprovechó el tropiezo, el Córdoba es segundo 67, a cinco puntos ya del Málaga, y descontando hojas del calendario para celebrar el ascenso directo está el Castellón, con 75, a trece puntos. Un abismo que no habla bien de los de Pellicer, cuyo objetivo debería haber sido pelear el ascenso directo hasta el último día, pero se despidió de ello en enero. 

El técnico de Nules destacó en la rueda de prensa posterior al empate a cero contra el Murcia, el tercero consecutivo en La Rosaleda, tres de los últimos nueve puntos como local, que su equipo lleva diez jornadas consecutivas sin perder. Pero arriba lo que vale es ganar, y ganar, y ganar, y ganar, y volver a ganar, que diría Luis Aragonés. De hecho, Pellicer hizo suya la sentencia del 'Sabio de Hortaleza' cuando el equipo malagueño en el tramo final del curso. Aquella de que lo importante era llegar bien posicionados en las últimas diez jornadas. Pero de esas fechas ya se han jugado cinco: cuatro empates y una victoria es el balance malaguista. Lejos de las expectativas. 

De haberle ganado al Murcia, el Málaga hubiese viajado el domingo a Córdoba en tercera posición y en condiciones de arrebatarle la segunda plaza a los de Iván Ania. Pero no será así. Es cierto que se estuvo algo más cerca de la victoria que en los anteriores empates, con un larguero de Ferreiro y un posible penalti a Víctor García que igual hubiera cambiado el signo del partido, pero durante muchos minutos la cita contra el Murcia fue otro ejercicio de inoperancia. Y así no se le puede disputar la segunda plaza a nadie. Aunque todavía, con cinco jornadas por delante, se puede mejorar la situación de cara al playoff. Un mal menor para un Málaga que, no se puede obviar, está fuera del fútbol profesional.