El fútbol tiene estas cosas. Si esta mañana el Málaga CF era sobrepasado por el Alcorcón, sólo siete horas después volvía a recuperar su nivel competitivo para empatar con el Almería. Un partido igualado que al igual que el choque matinal, no deja de ser pura pretemporada.

De todas formas, hay que poner en valor el empate contra los almerienses. Primero porque el Málaga tuvo que dividirse una vez más. Los que compitieron por la mañana en La Quinta no lo hicieron por la tarde en el Marbella Football Center, y viceversa. Pero lo cierto es que el equipo de la tarde, ante el Almería, estuvo más equilibrado de inicio y con más profesionales sobre el verde.

Las conclusiones no pueden ser aceleradas y este Málaga tiene mucho trabajo por delante. Tanto en el césped, donde algunas premisas sí parecen asimiladas por el bloque pero hay ciertas lagunas, como en los despachos, donde quedan refuerzos por hacer. Los canteranos, una vez más, volvieron a dar un alto nivel competitivo pero deben ser una ayuda, no la solución.

Así, José Alberto López dispuso ante los rojiblancos un once más competitivo y más cercano a lo que puede mostrar dentro de 16 días, cuando arranque la competición. Hay que destacar la titularidad de Hicham, que completó 45 minutos a un buen nivel. Si las lesiones le respetan puede ser un jugador diferencial en este Málaga. Y, por supuesto, Paulino. Que ya demostró maneras en su estreno con el Sevilla Atlético pero que también tiene gol, como el bello tanto ante los almerienses.

El inicio siguió el patrón de los duelos anteriores. Con presión alta, solidaridad en el bloque e intensidad para intentar ver portería. Pero el equipo de Rubi también tiene la lección aprendida y calidad para sortear esos obstáculos. Así que tras varios minutos de confusión, comenzó a igualar fuerzas. La batalla en el centro del campo de Ismael y Escassi contra Samu Costa y Appiah fue más que interesante.

Y poco tardó en llegar el tanto visitante. Una internada por la izquierda, un pase atrás y gol de Costa con cierta facilidad. Falló la contención malaguista en el 15' para frenar esa llegada y disparo. Pero no tardó en solventarlo el Málaga, que cuatro minutos después puso en práctica su abecé de esta temporada: presión alta, robo de Escassi cerca del área, pase de Brandón con velocidad a Paulino y el santanderino que fusila al primer parlo con la diestra (19').

Había igualdad en el marcador y sobre el césped. Pudo marcar de nuevo Paulino en una internada de Hicham y pase atrás (28'), pero su disparo se fue alto. De ahí al descanso, poco más reseñable.

El paso por vestuarios sirvió para mover al equipo. Entraron Oso, Quintana y Julio. Pero el partido siguió los mismos derroteros de igualdad. En el bando rival entró el malagueño Portillo, que fue un sueño de una noche de verano malaguista esta temporada, pero que jugará en el Almería para intentar ascender. Y sólo cuando entró el delantero Sadiq en los visitantes, el partido tomó velocidad y a favor del Almería. Pero el nigeriano no vio puerta, aunque estuvo a punto (85').